CIENCIA

Tecnología espacial para mejorar el jamón español

Los catalogadores encargados de decidir si un jamón se merece recibir una etiqueta de calidad calificaban hasta ahora el nivel de la pieza con la mirada, el tacto y el olfato, a partir de su color, de su tacto y de su olor. Pero la cantidad de agua en carne, una de las características más decisivas para determinar la calidad no se podía determinar. Gracias a la nueva tecnología utilizada en el espacio, ya es posible.

La Agencia Espacial Europea (ESA) ha adaptado tecnología espacial para crear un instrumento que calcula la cantidad de agua en carne de los jamones. Los catalogadores encargados de decidir si un jamón se merece recibir una etiqueta de calidad calificaban hasta ahora el nivel de la pieza con la mirada, el tacto y el olfato, a partir de su color, de su tacto y de su olor. Pero la cantidad de agua en carne, una de las características más decisivas para determinar la calidad, no se puede detectar a simple vista, al menos hasta ahora.


El famoso jamón curado español es sometido a un rígido control de calidad. Expertos altamente cualificados analizan las piezas para determinar su nivel a partir de su color, de su olor y su tacto, y así decidir si se merece una etiqueta de calidad. Pero la característica más importante para decidir si un jamón es realmente bueno es la cantidad de agua en carne, ya que no puede ser ni demasiado seco ni demasiado húmedo, y hasta ahora eso no era posible detectarlo a simple vista.


Para resolver ese problema, la ESA ha adaptado la tecnología espacial Inasmet, diseñada inicialmente para vigilar el desplazamiento de fluidos que se produce en el cuerpo de los astronautas cuando se encuentran en un vuelo espacial, para que calcule el nivel de retención de agua de los jamones. El proyecto, desarrollado por la empresa española NTE en el marco del Programa de Investigación Tecnológica de la ESA, tenía por tanto fines médicos.


Integrada en la producción


La herramienta creada por la ESA está ahora integrada en la línea de producción de jamones, y así los que no cumplen los niveles de calidad exigidos son directamente apartados y utilizados para producir jamones cocido. Gracias a esto, el proceso de producción es mucho más rápido y eficaz, y además se asegura que la calidad del producto que recibe el cliente es mucho mayor. Así, los productores han aumentado un 3 por ciento sus beneficios desde que se implantó está tecnología, y se garantiza la excelencia del jamón curado, según la web de la ESA.


Este es un logro del Technology Transfer Programme Office (TTPO) de la Agencia Espacial Europea, cuyo objetivo es facilitar la adaptación de la tecnología espacial para uso civil. El TTPO es la encargada de definir el enfoque global y la estrategia para la transferencia de tecnologías espaciales, incluyendo la creación de nuevas empresas y su financiación.