Hay jugones a los que les priva jugar solos y otros que no pueden renunciar al placer de derrotar a un adversario de carne y hueso. Los que disfrutan de la inmersión en una buena historia mientras recorre a su antojo un mundo virtual y los adictos a las descargas de adrenalina de un frenético ‘multiplayer’ en un mapa gigantesco. Hay juegos para unos y para otros, e incluso algunos que intentan satisfacer a todos. Aquí tenemos tres ejemplos muy diferente para PlayStation 4.

La realidad virtual no solo nos permite viajar a nuevos mundos, también nos puede llevar a revisitar universos ya conocidos como Skyrim, uno de los juegos de rol más grandes jamás creados. Dragones, bestias, diferentes razas e historias que descubrir con una espada en una mano, un escudo en la otra y una alforja cargada de hechizos. Skyrim mantiene su esencia pero desde una nueva perspectiva más inmersiva.

Para los amantes del rol, introducirse de lleno en esta épica aventura será una delicia y para aquellos que no la conozcan una nueva oportunidad de perderse en las inmensidades de su universo fantástico. Los mareos se han eliminado con un sistema de giro un poco brusco pero efectivo que permite mirar alrededor con pequeños saltos.

Para controlar a nuestro personaje –siempre en primera persona– podremos hacer uso del mando Dualshock tradicional o de los controles Move, usando los gestos para repartir mandobles o lanzar flechas a nuestros enemigos. Este segundo es mucho más divertido pero el primero, tradicional, es más preciso.

Por desgracia, aunque la experiencia de ponerse el casco y sumergirse en el mundo de Skyrim es muy recomendable, el juego ha perdido calidad con respecto a su remasterización y presenta unos gráficos de la pasada generación en los que son habituales los píxeles, los dientes de sierra y la carga a trompicones de algunos elementos y texturas.

Para los que les gusta jugar a la consola en compañía, Sony ha presentado PlayLink, un nuevo sistema de juego basado en la interacción y que usa los teléfonos móviles de los jugadores como herramienta.

Hemos probado cuatro títulos. Dos de ellos son películas interactivas en las que los jugadores deberán ir tomando decisiones en grupo que influirán en el devenir de la historia. Otros dos son tradicionales juegos de preguntas y repuestas y un divertido Karaoke.

‘Intenciones ocultas’ es un ‘thriller’ psicológico sobre un asesino en serie lleno de giros argumentales y demás sorpresas. Por otro lado, ‘El planeta de los simios: Última frontera’ es una nueva historia de esta saga en la que simios y humanos se enfrentan para poder sobrevivir en un mundo postapocalíptico.

Ambos juegos tienen funciones de interacción que se limitan a la toma de decisiones y una calidad gráfica bastante buena. Cada una de las decisiones tomadas debe de ser por consenso de los jugadores, de no ser así se puede hacer uso de cartas de desempate o será el azar quién decida que camino toma la historia.

También hay eventos de tiempo limitado que mantienen la tensión y en los que el jugador deberá llevar a cabo una acción antes de que la cuenta atrás fanatice. En definitiva, jugar a estos juegos es como ver una película en la que el espectador decide el transcurso de la trama.

Tanto argumentalmente como a nivel artístico ‘Intenciones ocultas' es superior. Es más fácil empatizar con sus personajes, la historia es más entretenida y sólida, y el acabado general es mucho más realista y cuidado, haciendo énfasis en una ambientación 'noir' que ayuda mucho a sumergirse en la enrevesada trama.

Los otros dos títulos son dos divertidos clásicos de sus particulares géneros. ‘Saber es poder’ es un clásico concurso televisivo de preguntas y repuestas con diferentes pruebas, en las que los jugadores deberán responder con el móvil antes que sus adversarios.

Y 'SingStar' es el clásico karaoke de PlayStation en el que los micrófonos de siempre han sido sustituidos por el ‘smartphone’. Ambos sin fallos gracias a su simplicidad, son ideales para una buena fiesta con familiares o amigos.

'Battlefront' necesitaba un modo historia, para poder encarnar a todos sus héroes y villanos sumergiéndose en los mundos estelares de la saga, y por fin ha llegado en esta segunda entrega de uno de los juegos más adorados por los fans de ‘Star Wars’.

Además, esta vez jugaremos del lado del imperio (los malos) lo que nos permitirá ver las cosas desde otra perspectiva y comprender las motivaciones de los que hasta ahora nos parecían meros villanos.

[Atención Spoilers]

También encarnaremos a los personajes más míticos de la saga como Han Solo, Luke Skywalker o Lando Calrrisian. Una delicia para frikis.

En ‘single player’, el juego tiene claroscuros, la trama está bien pero no es espectacular, y está demasiado basada en el modo ‘online’, alternando misiones a pie blaster en mano, con pilotajes en el espacio exterior. La protagonista, una renegada del lado oscuro, es sólida y carismática, pero unos capítulos están más cuidados que otros y se nota que este apartado solitario no es su fuerte.

Donde de verdad se luce este ‘Battlefront 2’ es en el multijugador con mapas más grandes, gráficos hiperrealistas, un ritmo frenético pero más estratégico y una nueva dinámica para encarnar héroes o montarse en una nave, que ha sido muy criticada en los primeros días, pero que sus creadores han ido ajustando para hacerla más accesible a todos los jugadores.