Poco a poco (muy poco a poco) el hogar inteligente se va haciendo realidad. Los electrodomésticos de toda la vida se actualizan y aparecen nuevos ‘gadgets’ para dotar de neuronas digitales a cada rincón de la casa: desde la cerradura hasta el ventilador, pasando por las bombillas, el aspirador o los mismísimos enchufes.

El hogar del futuro es un hogar conectado gracias al ‘internet de las cosas’, una red formada por aparatos conectados a internet e interconectados entre ellos. La casa inteligente es también una casa que siente, gracias a sensores que le permiten medirlo todo: la temperatura, la calidad del aire, los movimientos y hasta los hábitos del usuario. Cada objeto de esta morada 2.0 es un chivato que recoge datos que pueden ser utilizados para conocer los hábitos del usuario, prever sus acciones y adelantarse a sus necesidades.

La puerta puede abrirse automáticamente al detectar que somos nosotros, y nuestro salón puede recibirnos con una luz tenue que se ajusta automáticamente según la estancia en la que estemos y dependiendo del momento del día.

Un termostato inteligente es capaz de ahorrar energía y dinero encendiéndose cuando ve que nos acercamos gracias al GPS del móvil. Además, si los sensores detectan que la calidad del aire no es óptima, un ventilador sin aspas puede renovarlo al mismo tiempo que da un extra de calidez en invierno o de frescor en verano.

Los sensores de movimiento no solo revelarán si llega algún intruso, también se pueden programar para que enciendan la cafetera al levantarnos, la tele si nos sentamos en el sofá o para que avisen si el abuelo lleva tiempo sin abrir el cajón de las medicinas.

La vivienda inteligente es un proyecto de futuro, pero las grandes marcas ya apuestan por ser su cerebro, sus oídos y su voz. Apple tiene a Siri integrada en móviles, tabletas y ordenadores como centro neurálgico de su hogar conectado. Google y Amazon han materializado sus asistentes personales con la forma de un altavoz cotilla que escucha constantemente al usuario para satisfacer sus necesidades con solo pedirlo y así controlar todos los aspectos de su casa conectada.Algunos componentes del hogar inteligente

Dyson Hot + Cool. Este ventilador sin aspas no solo lanza chorros de aire regulables en temperatura e intensidad, sino que también purifica el aire de la estancia gracias a su filtro. Se puede utilizar con una ‘app’ móvil o con un pequeño mando.

Roomba 980. Además de detectar la suciedad y aspirar diferentes superficies con distinta intensidad, se puede poner en marcha con el móvil desde cualquier lugar.

Tesa Entr. Permite abrir la puerta con solo pulsar un botón, con el móvil o mediante un sensor de huellas (no incluido). Puede crear invitaciones de duración limitada para no tener que levantarse a abrir.

Energy Sistem Multiroom. Esta serie de altavoces se sincronizan utilizando la red wifi para que en toda la casa suene la misma música.

Elgato Eve. Un completo kit formado por sensores de temperatura, humedad, presión atmosférica y calidad del aire para dentro y fuera de casa; un enchufe que se enciende de manera remota y mide el consumo; y un sensor de movimiento para puertas y ventanas.

Philips HUE. Las reinas de las bombillas inteligentes, permiten regular el color y la luminosidad adaptándose a películas, música, ambientes y momentos del día. Se controlan con el interruptor inalámbrico , un ‘smartphone’ o un reloj inteligente.

Google Home. El cerebro de Google para controlar el hogar inteligente es un asistente virtual metido dentro de un altavoz, que escucha constantemente al usuario, cumple sus deseos cuando se le pide algo y responde cuando le preguntamos. De momento, solo se vende en EE. UU.