PlayStation VR: Hemos visitado una nueva realidad

Vengo de otros mundos para enseñaros una nueva realidad: la Realidad Virtual. He estado unos días recorriendo planetas inexplorados, sufriendo oscuras pesadillas, y he disfrutado saltando de plataforma en plataforma como cuando era un niño, todo gracias a las nuevas PlayStation VR, unas gafas con las que Sony quiere iniciar una nueva era en los videojuegos.

Lo mejor de las PlayStation VR es la realidad virtual en sí misma. El jugador pasa de jugar a vivir la aventura, de ver el juego, a estar en el juego. Estamos ante un dispositivo que no solo te puede transportar a nuevos mundos para vivir experiencias nunca vistas, si no que también puede redefinir la forma en la que el jugador se enfrenta un juego de plataformas de toda la vida.

En ‘Kitchen’ de Capcom –creadores de ‘Resident Evil’– me desperté aterrorizado, amarrado a una silla y con las manos atadas, sin poder hacer nada más que asistir al sangriento espectáculo que me habían preparado. En ‘The Playroom’, por el contrario, todo es amigable. Desde el principio, unos diminutos robots me guiaron por un divertido mundo con juegos de plataformas en los que la aventura no se desarrollaba frente a mi, si no a mi alrededor.

Las gafas

Las PlayStation VR son muy ligeras y cómodas, su interior es acolchado y permite llevarlas durante horas sin molestias.

Pero no todo son buenas noticias y todavía hay mucho margen de mejora. Le sobran los cables y el montaje, aunque no es complicado, tampoco es llegar y jugar: tras enchufar la cámara (no incluida en el pack), y conectar unos cuantos cables, desde el módulo VR a la PS4 y de las gafas al módulo y ponerse los auriculares, todo está listo para jugar.

Justo cuando creíamos que nos habíamos deshecho de los píxeles gracias a las resoluciones 4K, la realidad virtual nos los pone de nuevo delante, situando la pantalla a escasos centímetros de nuestros ojos. Pero si nos olvidamos de los píxeles, la experiencia es realmente inmersiva, sonido envolvente y gráficos que responden instantáneamente a los movimientos de nuestra cabeza facilitan esta abstracción, que en escenas de acción frenética o con un reflejo rápido puede provocar algún mareo en el usuario.

Pero sobre todo, lo que necesitan las PlayStation VR son juegos. Por el momento, además de los títulos de la propia Sony –que son recopilatorios de minijuegos que muestran el potencial de las gafas–, existen unas decenas de juegos que van del terror a la ciencia ficción. Las grandes compañías tienen que ponerse las pilas y empezar a desarrollar grandes títulos para esta gran innovación que de otro modo está condenada al fracaso.Componentes de las PS VR

El casco. El ligero, cómodo y muy inmersivo, se puede usar con gafas y se ajusta fácil a cabezitas y cabezones.

Dualshock 4. Nuevas formas de jugar usando el movimiento, el panel táctil, el altavoz y, claro, los botones.Nuevas formas de jugar usando el movimiento, el panel táctil, el altavoz y, claro, los botones.

PS Move. Esto mandos que detectan el movimiento no son imprescindibles pero mejoran mucho la experiencia virtual. Esto mandos que detectan el movimiento no son imprescindibles pero mejoran mucho la experiencia virtual.

PS Camera. Doble cámara que reconoce las luces del casco, el mando y el Move para reflejar el moviimiento en la realidad virtual.Robinson: The Journey

Tu nave se ha estrellado y todo parece indicar que eres el único superviviente de tu misión en un planeta inhóspito. Pero no estás solo, un esférico robot volador y muy hablador y una simpática cría de dinosaurio te acompañarán en tus aventuras por este nuevo mundo lleno de vida.

Este es el planteamiento de ‘Robinson: The Journey’ una aventura plagada de guiños a grandes obras como ‘The Martian’ o el propio ‘Robinson Crusoe’.

Este es uno de los primeros grandes juegos pensados para Playstation VR, un título centrado en la exploración de un nuevo mundo.

Lo mejor son sus gráficos, sus sonidos y su capacidad de inmersión. Nos plantea un mundo rico en fauna y flora listo para ser explorado.

Pero hay aspectos en los que flaquea, como la jugabilidad, que sus puzles se vuelven repetitivos o que el planeta se puede quedar pequeño si lo comparamos con un ‘sandbox’.