Una empresa valenciana ha desarrollado un algoritmo universal, al que han denominado ADNe (ADN emocional), con el que, mediante un método "personalizado, preventivo y preciso", se consigue saber de forma ágil cómo es una persona, cómo va a reaccionar y predecir como va a ser su conducta.

De esta forma se mide por primera vez el comportamiento emocional a través de un patrón concreto que abarca más de 36.900 millones de combinaciones emocionales, en vez de barajar conceptos retóricos con magnitudes inconcretas, como mucho, normal, poco o nada.

Así lo ha explicado  el director ejecutivo de Jacobson, Steinberg & Goldman, Elías Azulay, creador de esta nueva herramienta que, según ha dicho, es "una pequeña revolución" después de décadas en que aspectos del comportamiento han traspasado la psiquiatría para recalar, "a veces sin el suficiente rigor" en el marketing, la dirección empresarial o los procesos de reclutamiento.

Para que no se quedara "en un simple test y unos resultados relativistas", Azulay ha trabajado con diferentes científicos y ha recopilado la bibliografía más reciente sobre neurotransmisores.

"A una acción de neurotransmisor corresponde un comportamiento" y su "mérito", según ha dicho, es "relacionar" la respuesta de un test (el del psiquiatra canadiense Eric Bernstein y sus siete registros esenciales) con la bibliografía existente de neurotransmisores para "darle un valor numérico y cruzar los datos para encontrar la "huella dactilar" -comportamiento- de cada persona.

"Es la primera vez que se puede utilizar un único test con un patrón numérico ajustado que nos da una interpretación con una tasa de seguridad y precisión muy alta", ha apuntado Azulay, quien ha agregado que de 10.000 test realizados, solo han devuelto dos, lo que evidencia que "es difícil engañar al test".

Entre las grandes ventajas de ADNe se encuentra su agilidad a la hora de obtener los resultados y sus posteriores conclusiones (en apenas 5 minutos), la facilidad de uso (con un test de 59 sencillas preguntas) y la precisión con la que asocia el patrón numérico al comportamiento presente y futuro.

Empresas, universidades y colegios empiezan a solicitar sus códigos de ADNe para gestionar sus colectivos dentro de su evolución personal y profesional.

Según ha explicado, la web adnemocional.com dispone de una aplicación gratuita que "interacciona con el usuario, ofreciéndole diferentes informes sobre ámbitos muy concretos".

De momento, se pueden solicitar informes "Business" (conocimiento y desarrollo de habilidades directivas y profesionales), "Learning" (orientación universitaria y docente), "Behavior" (habilidades sociales y relacionales) y "Science" (alertas tempranas sobre trastornos en el comportamiento y desórdenes emocionales).

Según el directivo de la empresa, el gran espectro de utilidades del ADNe "va aumentando, y por el momento ya se usa en orientación universitaria y docente, para determinar capacidades profesionales y riesgos sociales (como delincuencia o maltrato) y en hábitos de consumo.

"Lo que hacemos es interpretar los datos y ver la utilidad del ADN emocional", ha indicado Azulay, quien ha explicado que en la Universidad Politécnica de Valencia lo han usado para elegir a la gente compatible para realizar trabajos de proyectos finales de carrera.