TRAGEDIA EN BARAJAS

Spanair garantiza las indemnizaciones y las familias quieren saber qué pasó

El subdirector de Spanair, Javier Mendoza, ha garantizado que la aerolínea está en condiciones de afrontar el pago de las indemnizaciones por el accidente aéreo del pasado miércoles en Barajas, en una reunión en la que los familiares han vuelto a exigir explicaciones de por qué despegó la aeronave.


Desde las seis de la tarde hasta pasadas las nueve de la noche, Mendoza se reunió en el hotel Auditorium de Madrid con unos 300 familiares de las 154 víctimas de la catástrofe aérea, a quienes ha asegurado que Spanair está en condiciones de afrontar todas las indemnizaciones.


Además, ha dicho que la compañía tratará de hacer llegar cuanto antes a las familias los enseres personales rescatados del siniestro. Según han explicado fuentes presentes en la reunión -la tercera que directivos de Spanair celebran con familiares-, una veintena de allegados de las víctimas ha interrumpido en numerosas ocasiones a Mendoza para exigir explicaciones sobre por qué el avión intentó finalmente despegar y sobre los fallos detectados previamente.


Las familias han reclamado al subdirector de Spanair que aclare si existió alguna relación entre el primer fallo del avión, que le obligó a regresar a la zona de embarque para ser revisado, y el siniestro. También le han preguntado reiteradamente sobre la actuación del mecánico o el tiempo que transcurrió hasta que el avión volvió a la pista de despegue.


Mendoza ha subrayado que el mecánico "hizo lo que tenía que hacer" en la revisión que motivó el regreso de la aeronave a los talleres de mantenimiento. "No puedo responder a todas sus preguntas, pero sí a algunas", ha dicho al comienzo de este encuentro el directivo, que ha acudido al hotel donde se alojan los familiares junto con otros responsables de Spanair, entre ellos un piloto.


Sobre una pantalla se han proyectado diapositivas informativas y unos gráficos para tratar de explicar la avería que causó el regreso del avión en un primer momento. Así, ha dicho que el comandante detectó un mal funcionamiento del calentador de la sonda que mide la temperatura tanto en tierra como en vuelo, un instrumento que debe desactivarse automáticamente en tierra.


Como este mecanismo automático falló y la sonda seguía activada, el piloto optó por regresar a los talleres de mantenimiento. Durante 33 minutos, la aeronave fue revisada por un mecánico de 41 años y con experiencia de más de 20 años, que decidió, tal y como prevé el procedimiento, desconectar ese calentador.


Ha destacado Mendoza que esa sonda alimenta el ordenador que controla algunos parámetros del motor, si bien no cree que esté relacionado con el accidente. No obstante, ha precisado que será la comisión de investigación la que descarte o no la posible relación entre el siniestro y estos fallos.


"Una sola causa no provoca nunca un accidente aéreo; son siempre una concatenación de causas", ha reiterado Mendoza, quien ha señalado que la compañía ha pedido a la comisión de investigación que les informe sobre el avance de las indagaciones, porque ellos, junto con los familiares, también quieren saber lo que pasó.


Igualmente, ha detallado que el avión accidentado, un MD-82, tiene un índice de 0,26 accidentes por cada millón de horas de vuelo, uno de los más bajos de los modelos de aeronaves. De las 49 víctimas cuyos cuerpos han sido entregadas ya a sus familiares, 31 han sido trasladadas a su lugar de origen en avión y las otras 18 por carretera.