JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

Rouco celebra su cumpleaños con el papa con salmorejo, jamón y solomillo

Salmorejo con huevo de codorniz cocido, jamón ibérico y un solomillo con salsa al vino tinto serán algunos de los platos principales del almuerzo que han celebrado hoy el papa y el cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, quien hoy cumple 75 años.

Benedicto XVI y el cardenal Rouco
Rouco celebra su cumpleaños con el papa comiendo salmorejo, jamón y solomillo
EFE

La comida, celebrada en la residencia de Rouco, ha sido creada y servida por los alumnos y profesores de la Escuela de Hostelería del Centro Educativo Fuellana.


Este ha sido el único almuerzo que el pontífice ha celebrado fuera de la Nunciatura, que se ha convertido en la residencia oficial del papa durante su estancia en Madrid, para presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).


Además del santo padre y del cardenal Rouco, han estado presentes alrededor de 60 personas, entre cardenales, obispos y el séquito papal.


Tal y como anunció el pasado 11 de agosto Lola Ferrer, profesora del centro y una de las creadoras del menú, en el mismo, en el que no puede haber ni huesos ni espinas, se han incluido entrantes como aceitunas, tostas de foie, una tabla de ibéricos y otra de quesos.


Ferrer recordó que desde el Vaticano indicaron que no se pusiera ajo en el salmorejo ni setas en el solomillo "porque al papa no le sientan bien".


Tampoco ha faltado el "toque" alemán, como la inclusión de panes como el "pretzel", pan salado típico de Baviera -estado federado en el que nació el papa-, el pan negro y unas cucharitas de corazón de alcachofa con salsa holandesa.


Para el postre, los comensales han degustado un helado de limón con gelatina de gin tonic y salsa de bayas de enebro, así como productos típicos españoles como rosquillas madrileñas, pestiños o tejas.


No faltaron chocolatinas con el logotipo de la JMJ acompañadas de cerezas bañadas en chocolate. Para beber, los comensales han podido tomar vinos españoles.


Aunque el papa no bebe vino, estaba previsto que solo tomara zumo de naranja, según señaló recientemente Sonia Alonso, una de las alumnas que ha participado en la elaboración del menú.


La Escuela de Hostelería de Fuenllana fue elegida por Rouco para servir esta comida porque el cardenal y arzobispo de Madrid quería que fuesen jóvenes los que preparasen los platos.