SELECTIVIDAD

Quercus, un chico de (más de) 10

Ha sacado la mejor nota de Selectividad de Aragón. Con los cambios en el examen, ha logrado una calificación de... ¡13,615!.

Quercus Hernández Laín, en la tarde de ayer, bien tranquilo. Ya puede, sus notas le darían para estudiar hasta coreano en morse.
Quercus, un chico de (más de) 10
OLIVER DUCH

Su nombre no es común, pero le pega: Quercus. "A nadie se le olvida. A mi padre le gusta mucho la naturaleza y me puso el nombre científico de un grupo de árboles como el roble o la encina", cuenta. Es decir, árboles de gran porte. Y así ha salido. No solo en altura, que es largo el chaval, sino también en notas.


Hay buenos estudiantes. Otros, notables. Algunos, sobresalientes. Pero el zaragozano Quercus Manuel Hernández Laín se sale del baremo. Su nota en Selectividad ha sido de 13,615. No es broma. Este año, con los cambios introducidos en el examen, los estudiantes podían lograr cuatro puntos extra si se presentaban voluntarios a subir nota. Quercus lo hizo y eligió nada menos que Matemáticas y Física para tal fin. Así, se ha convertido en el estudiante con la mayor nota de admisión en las pruebas de acceso a la Universidad de la historia de Aragón. Le siguen Olga Valero, de Teruel, con un 13,326 y Leticia Pérez, de Binéfar, que tuvo la mejor calificación sin contar los controles voluntarios, un 9,785, y que, tras los opcionales, se quedó en un excelente 13,325.


Quercus se enteró de su marca cuando estaba con los amigos en Salou. Y tampoco le da mucha importancia. Lo suyo son las Ciencias y ha elegido Ingeniería Industrial, para la que solo necesitaba un 5. "No piden notas, porque la carrera es difícil, pero tiene muchas salidas", defiende. De hecho, tiene curiosidad por empezarla. "En el colegio -reconoce-, lo veía todo muy fácil. Y no creo que ahora sea así. Y, si suspendo algo, no pasa nada". Sería la primera vez porque, hasta ahora, no ha fallado ni en un parcial. Ni en las de letras, que le gustan menos. "Lenguaje y Filosofía me costaban. Y es lo que peor se me ha dado en Selectividad". Es cierto pero la cosa es que ha sacado 8,5 y 8 en esas materias. En el resto, todo han sido 9,95 o, directamente, 10. "Me hubiera gustado más en Filosofía, pero no he reclamado para no parecer prepotente", se excusa.


Lo dice y lo repite: no es el típico empollón. "No estudio muchas horas; soy más de aprovechar una bien. Además, presto mucha atención en clase. Y sí, salgo los fines de semana y dedico bastante al piano y a la guitarra eléctrica". Los amigos ya le han felicitado, aunque lo que más ha oído estos días ha sido eso de: "¿Ves? ¡Te lo dije!". Y en el Colegio Británico, donde ha estudiado, estaban ayer pletóricos. Allí, compartió el premio a la mejor trayectoria con su amiga María Poza, que tiene su misma media de Bachillerato -un 9,95- y a la que verá también el año que viene en Ingeniería Industrial.


Con el deber cumplido, ahora queda el veranito por delante para sacarse el práctico del carné de conducir y disfrutar las fiestas de sus pueblos: Aladrén (Zaragoza) y Pozuel del Campo (Teruel). Y, después, unos días al Pirineo. Merecido lo tiene.