El plan, que permanecerá en exposición pública durante un mes para su conocimiento y la presentación de alegaciones, es el resultado de un proceso de participación previo, y ya fue presentado a las comarcas con mayor presencia de la especie, grupos ecologistas y agrupaciones empresariales.

La tendencia de población de este águila azor perdicera es claramente regresiva, especialmente en las provincias de Huesca y Teruel, donde en 2010 se han contabilizado tres y diez parejas respectivamente, de las treinta citadas.

El plan de recuperación elaborado por el Departamento de Medio Ambiente pretende impulsar las acciones necesarias para detener su actual regresión y la fragmentación de su área de distribución en núcleos aislados.

Además quiere tratar también el incremento del número de ejemplares y su ocupación hasta conseguir la recolonización de los territorios históricos, garantizando así la persistencia de la población a largo plazo, según informan fuentes del Ejecutivo autónomo.

Entre las líneas de actuación que propone este programa destaca la reducción de los factores de mortalidad, la eliminación de la persecución directa, la mejora de la gestión cinegética y compatibilidad de ésta con la conservación de la especie o la protección legal y mejora del hábitat con la reducción de molestias durante el período reproductor.

La erradicación de enfermedades, el desarrollo de programas de alimentación suplementaria y la mejora de poblaciones de presas son otros de los aspectos que se prevén mejorar con la puesta en marcha de este plan.

La aprobación del mismo permitirá asimismo el desarrollo de acciones de colaboración con entidades locales y asociaciones de cazadores, con el fin de lograr la mejora de las poblaciones de especies cinegéticas como el conejo y la perdiz roja, allí donde sea preciso, ya que ambas especias son piezas clave en la alimentación del águila azor perdicera.