VINO

Pisando uvas en pleno centro de Zaragoza

Las labores de la vendimia llegaron ayer hasta el casco urbano de la capital con un divertido campeonato.

Diego y Álex, con cachirulo incluido, compiten con la pareja formada por Ismael y Sergio en el pisado de uvas.
Pisando uvas en pleno centro de Zaragoza
GABI ORTE/ALMOZARA

Ni los más viejos del lugar, como dicen por estas tierras, debían recordar una escena como la que se vivió ayer en pleno centro de Zaragoza: hombres y mujeres pisando uvas con los pies descalzos para obtener el mosto que luego se convierte en vino.


El 'campeonato de pisadores' tuvo lugar en la plaza de José María Forqué, junto a la Taberna María Morena, que prestó labores de apoyo para esta inédita competición en la capital aragonesa. La idea fue de José Marco, responsable de la empresa comercializadora de vinos Lamarca Wines, que se destaca una y otra vez en el competitivo mercado nacional por la puesta en práctica de acciones promocionales atrevidas, como la que aconteció ayer. Los vinos que comercializa se quedan fácilmente en la memoria de los consumidores, tanto por el nombre con que son bautizados como por las etiquetas y cápsulas que visten las llamativas botellas. Ya son muy conocidos entre los aficionados vinos como Cojón de Gato, Teta de Vaca o María de la O. Todos ellos elaborados en bodegas de Aragón y que, además, son halagados por los consumidores y por la crítica especializada.


"Hay que popularizar el mundo del vino, que tal vez ha pecado de distinción y utilización de términos demasiado elitistas a la hora de describir sus características organolépticas", señaló Marco. "¿Qué mejor que revivir tiempos de nuestros abuelos en época de vendimia para acercarnos a las sensaciones de esta bebida milenaria?", resaltaba el impulsor de la divertida iniciativa.


Entre el público que asistía a la pisada de uvas, los más mayores no podían disimular cierta nostalgia, que contrastaba con la curiosidad con la que varios niños y niñas seguían las evoluciones de los pisadores. La uva utilizada era de la variedad tinta moristel, traída expresamente desde los campos de Salas Bajas, en el Somontano oscense.


Ganaron las mujeres

Los competidores en la pisada lo eran también en buen humor, pues las risas y las bromas presidieron en todo momento la pugna. El jurado calificador sí se lo tomó en serio. Después de cada pisada, de 3 minutos de duración, se escanciaba de cada barrilete el mosto resultante para dictaminar quiénes eran los vencedores. Hubo categoría femenina y masculina y fueron las mujeres las que más mosto obtuvieron. Ganaron Miriam Felipe y Cristina Andréu, amigas y residentes en Zaragoza. En hombres, los ganadores fueron Diego Álvarez y Álex Silván, también amigos de Zaragoza, que lucían un cachirulo y que expresaron su debilidad por los buenos caldos de la tierra. Para rematar, hubo una cata popular con vinos aragoneses para todos los participantes y público asistente.