AYUDA PARA LA EUTOESTIMA

Palabras que curan

Hay libros de autoayuda, como 'Palabras para el bienestar' (Obelisco) de la filóloga Concha Barbero, que tienen la fuerza del testimonio y la sinceridad. En ellos no se teoriza 'desde fuera, sino que el autor o autora, con humildad, con un lenguaje cercano y eficaz, se dirige al lector para contarle cómo se metió en un 'túnel' psicológico y cómo consiguió salir de él. "Mis padres me enseñaron a querer a los demás, pero se les olvidó una cosa importante: enseñar a quererme, un déficit que he arrastrado durante buena parte de la vida".


A base de reflexionar, de contrastar experiencias y de hacerse "fuerte", Concha Barbero, de 49 años, ha llegado a varias conclusiones. Una de ellas -no la menos importante- es la necesidad de "desinfectar" la mente de pensamientos repetitivos. "He derrochado muchísima energía sufriendo inútilmente por miles de sucesos que, al final, jamás sucedieron, y en ese temeroso trayecto me cargué de percepciones negativas", explica la autora, quien tiene por lema un célebre haiku japonés: "No corras. Ve despacio. Donde tienes que ir es a ti mismo".


Apoyándose en estudios científicos, se lamenta de que "pensemos miles de veces lo mismo que habíamos pensado ayer y lo mismo que pensaremos mañana". Esto, a su juicio, es la parcela de nuestra vida "donde más perdemos el tiempo". Por eso no entiende a esa gente que, cuando llega el lunes, piensa en el viernes. "Tiran más de media semana; además cuando llega el viernes se les viene a la cabeza el lunes y tampoco disfrutan".

La tostada


Como una Nietzsche redivida, la autora reivindica el 'yo' y el 'aquí y ahora' como fuente de todo bienestar. "Si tú te quieres, le gente te querrá; si participas del presente, habrá gente que participará contigo; es como cuando escribes un libro: si tu no te ilusionas, si no tienes fe en lo que haces, ¿cómo vas a provocar simpatía hacia ti?".


Durante la adolescencia, la juventud y buena parte de la madurez, vivió el amor, según cuenta, de una forma equivocada. "Yo he confundido durante años el amor con la tiranía; comportarse de una forma determinada para alguien te quiera es un error", argumenta. "Primero tienes que construir tu propia vida, y cuando la tengas amueblada, que pasen dentro".


Piensa que al fuerte se le quiere antes que al débil. "A las personas débiles nunca se les respeta; al contrario, se tiende a despreciarlas, cuando no a machacarlas".


El libro está lleno de reflexiones sobre su propia vida. También le gusta pespuntear las páginas con citas de autores que le han marcado, como Michel de Montaigne o Eckhart Tolle.


"Se tardan años en aprender a saborear una tostada", dice en tono misterioso. "Para saborear una tostada tienes que concentrarte en lo que estás haciendo; hay millones de personas que se mueren sin saber lo que es esa experiencia, porque sus pensamientos, continuamente, van hacia adelante o hacia atrás, nunca se quedan donde más podrían disfrutar".