El abuelo (y el bisabuelo y el tatarabuelo…) de Laura Marcén cultivaban trigo en los Monegros. En 2006, esta joven de 28 años, junto a sus padres y sus hermanos, decidieron recuperar una variedad de trigo que había quedado en desuso y la manera tradicional de hacer pan.

Crearon Ecomonegros, una empresa familiar que se encarga del ciclo completo: cultivan trigo ecológico, lo muelen en su molino, hacen harina, preparan pan y bollería, y lo venden a cooperativas o en sus dos tiendas en Leciñena y Zaragoza.

“Ecológico no es ser elitista, es ser natural. El pan ecológico de hoy es el pan que se hacía hace 50 años, antes de que la química llegara al campo, antes de que se hiciera pan como tornillos, sin sabor ni calidad”, asegura Laura, ingeniera agrícola.

Su padre se encarga del campo, su madre de la tienda de Leciñena, su hermano hace el pan, su hermana las tartas y ella vende en la tienda de Zaragoza (en la calle San Lorenzo). “No hemos notado la crisis, vendemos cada año más”, apunta.