TABAQUISMO

Menos humo, bares más concurridos

El 32% de los españoles dice que acudiría más a los locales de ocio si se prohíbe consumir tabaco.

El temor de los empresarios de hostelería no tiene fundamento. Los locales de ocio sin humos, tal como persigue la nueva ley del tabaco, estarían más nutridos y concurridos y no verían mermada su clientela. Es más, los espacios sin humos en bares, cafeterías y otros locales de ocio atraerían más parroquianos. Así se desprende de una encuesta realizada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) a 2.935 personas (fumadores, no fumadores y ex fumadores) que han pasado de marzo a mayo por sus centros de salud.

Nada menos que un tercio de los españoles (32,8%) asegura que visitarían más los locales de ocio si, tal como se contempla en el borrador de la nueva legislación, el consumo de cigarrillos se prohíbe completamente en bares, restaurantes o salas de fiestas. Según el estudio, la hostelería no se resentiría, porque solo el 16,4% de la población cree que, en ese caso, acudiría menos a los locales de ocio.

Según la vicepresidenta de semFYC, Ana Pastor, a la luz de los datos de la encuesta "parece poco oportuno hablar de consecuencias pésimas para el negocio de la hostelería". "La nueva ley traería más visitas que deserciones", asevera.

Ex fumadores (77%) y no fumadores (71%) coinciden en su consideración de que los espacios libres de tabaco ayudarían al abandono del vicio, frente al 52% de los que fuman. A la hora de prohibir el consumo de tabaco en todos los bares, restaurantes y salas de fiestas, son firmes partidarios de esa medida el 84% de los no fumadores, el 39% de los fumadores y el 75% de los que decidieron en su día no llevarse un cigarro más a la boca. El dato global indica que el 68% ve con buenos ojos la prohibición total del tabaco en los locales de ocio cerrados.

Según el doctor Xulio Castañal, del Grupo de Abordaje del Tabaquismo de la semFYC, la tasa de tabaquismo en España se mantiene en un 30%, muy similar a la que existía antes de promulgar la vigente ley. Desde su entrada en vigor, a finales de 1995, bajó entre dos y tres puntos el índice del número de fumadores, pero, años después, como ocurre actualmente, se percibió un repunte entre la población joven. Para el doctor Castañal, es evidente la relación existente entre los jóvenes fumadores y los locales de ocio con humos y vaticina que, con la nueva ley, se puede bajar hasta un 4% la tasa, como ha ocurrido en otros países donde los locales están libres de humo.

Castañal hizo especial hincapié en que la nueva ley del tabaco "sea clara y no haya lugar a equívocos" que permitan que algunas comunidades, como la de Madrid con la actual legislación, apliquen la norma de diferente forma.