Mejora de "muy grave" a "grave" la mujer de 44 años herida en el accidente de Spanair

Gregoria Mendiola Rodríguez, la mujer de 44 años que está ingresada en el Hospital Ramón y Cajal a consecuencia del accidente aéreo de Barajas, "ha mejorado considerablemente" en las últimas horas y su situación ha pasado de "muy grave" a "grave", según ha informado la Consejería de Sanidad.

La mujer, que tiene un hijo de ocho años ingresado en el hospital Niño Jesús por el accidente, continúa en la UCI pero ha dejado de estar sedada y, dada su mejoría, se le ha suspendido la ventilación mecánica, según el parte médico facilitado por la Comunidad de Madrid.

En estado "muy grave" continúa, sin embargo, Pedro Hernán Gómez, un hombre de 57 años ingresado también en el Ramón y Cajal, que sigue "sedado y con ventilación mecánica", y sufre todavía un síndrome febril posquirúrgico a consecuencia de las múltiples fracturas en miembros y cara de las que fue operado.

En las últimas horas ha sufrido "un deterioro de la situación previa" María Loreto González, de 54 años, que está ingresada en la UVI en el Hospital Ramón y Cajal, sedada y con ventilación mecánica.

Otra de las novedades del último parte es que Leandro Ortega, el joven de 22 años que ayer fue intervenido en el Doce de Octubre para estabilizar las fracturas vertebrales que sufría, ha superado "sin complicaciones" el primer postoperatorio y permanece "estable dentro de la gravedad".

En esta misma situación están otros tres heridos, Rafael Vidal, de 31 años (Infanta Sofía), Ángeles Carpintero de 67 años (Doce de Octubre) y María Alonso de 11 años (La Paz).

Con "pronóstico grave, pero en evaluación favorable" está Antonia Martínez, la azafata de 27 años ingresada en el Hospital de La Princesa.

Otros seis heridos "evolucionan favorablemente".

Por otro lado, ciento veintiséis víctimas mortales del accidente aéreo han sido ya identificadas, según han informado fuentes del Ministerio del Interior. Según estos datos, quedan por tanto por identificar 28 de las 154 personas que perecieron.

Las últimas identificaciones han sido realizadas a partir de pruebas de ADN y por muestras dentales. Tres laboratorios trabajan en la identificación de los cuerpos: el de la Guardia Civil, el de la Policía Nacional y el del Instituto Nacional de Toxicología.