Me gusta mi casa

El 90% de las familias aprecian su vivienda, pese a que un tercio de las casas no tienen calefacción, o los problemas de ruido y delincuencia. Riojanos, vascos y aragoneses los más satisfechos.

Acceder a una vivienda es una utopía para muchos españoles, pero quienes disfrutan de ella la aprecian como 'un tesoro'. Nos gusta nuestra casa, y mucho. Tanto, que casi un 90 de los hogares españoles (88,9%) se muestra satisfecho "en general" con su domicilio, pese a que pueda carecer de dotaciones y no falten los problemas en el entorno. Casi un tercio de las viviendas carecen de calefacción fija y a 16 de cada 100 familias la casa se les queda pequeña. Uno de cada cuatro hogares españoles soporta ruidos de los vecinos o de la calle. El 18% de las familias sufre problemas de delincuencia y vandalismo en sus zonas de residencia, y otro 15,7% padece contaminación. Lo constata la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del Instituto Nacional de Estadística (INE), elaborada sobre datos referidos a 2007.


Incluso en siete Comunidades Autónomas la satisfacción de las familias con su domicilio está por encima del 90%. Los más contentos con sus casas son los habitantes de La Rioja, con un 93,8%. Le siguen País Vasco (92,1%), Aragón (92%), Castilla La Mancha (91,3%), Comunidad Valenciana (90,9%), Cantabria (90,3%) y Navarra (90,1%). Ceuta y Melilla muestran el índice más bajo, con un 79 4%.


Los restantes territorios presentan tasas de satisfacción superiores al 80%. Castilla y León tiene un 89,4% y le siguen Asturias y Murcia con un 89,1%; Madrid, 88,6%; Cataluña, 88,3%; Baleares y Canarias, 88,1; Andalucía, 87,4%; Extremadura 86,9% y Galicia, 86,8%.


Necesidad de espacio


Apreciamos nuestras casas, aunque sean manifiestamente mejorables. Queremos viviendas más grandes, mejor climatizadas, menos ruidosas, con entornos más seguros y con mejores accesos a los servicio públicos.


Hasta un 15,6% de los hogares sufre falta de espacio.


Un problema que acucia más en las ciudades con más de medio millón de habitantes, en las que la falta de espacio figura en las quejas del 19,7% de los hogares. Por el contrario, afecta sólo al 11,4% de las viviendas situadas en las localidades de menos de 10.000 habitantes.


Casi un tercio de los hogares españoles (27,5%) carece de un sistema fijo de calefacción, y el INE señala que el nivel de ingresos de cada familia es determinante para la instalación de estos sistemas. En los hogares con ingresos más bajos -menos de 9.000 euros al año- el porcentaje de viviendas sin calefacción se eleva hasta el 40,9%. En los que ingresan más de 35.000 euros la tasa se reduce al 15,7%.


Los ruidos castigan a cuatro de cada cinco hogares, de modo que un 25,7% se queja del bullicio que producen los vecinos en la propia finca o del que se genera en el barrio. Una situación que se agrava en las grandes ciudades, donde se dicen víctimas del ruido un 29,8% de las familias, frente al 16,8% que lo soportan en las localidades pequeñas.


La delincuencia y el vandalismo afectan a un 26,7% de los hogares de las grandes ciudades, mientras que apenas los sufren un 9,9% de las poblaciones pequeñas. Una diferencia que se repite con la contaminación y los problemas medioambientales, denunciados por el 20,4% de los domicilios de las grandes ciudades y por sólo el 8,1% de los de los pueblos.


Más población, mejor acceso


Para calibrar la calidad de vida de un hogar la encuesta investiga también el acceso a servicios básicos. Los postales (21,7%) y la atención primaria sanitaria (19,6%) son los que plantean más dificultades a las familias. Figuran después la enseñanza obligatoria (16%), el transporte púbico (13,5%), los servicios bancarios y el acceso a las tiendas de ultramarinos (13,4%).




Los habitantes de localidades de mayor tamaño lo tienen más fácil. Mientras el 26,3% de los hogares situados en municipios pequeños acceden con dificultad a la atención sanitaria primaria y el 26,1% al transporte público, en los grandes núcleos de población estas tasas caen al 13,4% y al 7,4% respectivamente.


El 23,1% de los hogares situados de las localidades pequeñas tienen dificultades para entrar en contacto con servicios bancarios, frente al 4,8% de una gran ciudad. Lo mismo ocurre en la enseñanza obligatoria, de acceso complejo para el 21,1% de los hogares en poblaciones más pequeñas y sólo para el 13,1% en los grandes núcleos urbanos.