Los Reyes hacen de anfitriones en la Ciudad Condal

Si en su llegada a España los Príncipes recibieron al papa Benedicto XVI, los Reyes hicieron de anfitriones ayer en la Ciudad Condal. Don Juan Carlos y doña Sofía esperaban al Papa en la Sagrada Familia y se reunieron en una de las salas del templo en un encuentro distendido antes del inicio de la misa. Allí, el Monarca se dirigió al Pontífice en italiano, mientras que la Reina tuvo ocasión de conversar con el Pontífice en alemán, la lengua materna de Benedicto XVI. El recuerdo de la anterior visita del Papa a España y los preparativos de la Jornada Mundial de la Juventud que presidirá el Pontífice en agosto del próximo año en Madrid fueron algunas de las cuestiones abordadas en los 12 minutos de reunión privada "cordialísima y muy distendida", explicaron fuentes de la Casa Real.

Los Monarcas también acompañaron al Pontífice en su despedida en el aeropuerto del Prat. Allí tuvieron oportunidad de volver a reunirse con él otros diez minutos y de agradecerle en la ceremonia oficial de despedida las "numerosas muestras de generosidad hacia España", en palabras del Rey. El Monarca subrayó que la aportación del cristianismo es "clave para entender la personalidad histórica" de España.

Don Juan Carlos destacó la "amistad, cercanía y afecto" que el Papa ha "vuelto a expresar" estos días a los españoles, antes de añadir: "¡No sabéis cuánto os lo agradecemos!".

Al igual que hiciera el Papa en la misa en la Sagrada Familia, el Rey inició su discurso con unas palabras en catalán para agradecer "de todo corazón" al Pontífice su segunda visita pastoral a España.

El jefe del Estado quiso dejar claro que daba al Pontífice las gracias "de todo corazón" por su "memorable visita" no solo en nombre propio y del pueblo español, sino también del Gobierno de España y de las autoridades autonómicas y municipales.

"Han sido dos jornadas especialmente gratas y llenas de emociones", insistió el Rey. "Santiago de Compostela y Barcelona no olvidarán vuestra visita", concluyó.