Los casi 46.000 religiosos que agrupa la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) aspiran a 'mejorar' sus 'estancadas relaciones' con La Conferencia Episcopal. Son 35.855 monjas y 10.034 frailes y curas de los casi 60.000 que hay en España y celebran estos días su asamblea. En primera línea de acción, se sienten muy próximos a una sociedad 'que con la crisis, cada vez nos necesita más', según asegura Alejandro Fernández Barrajón, padre mercedario y presidente de CONFER. Tras medio siglo de actividad, la conferencia revisa sus estatutos 'para ser más útiles a los de dentro y a los de fuera'. Educación, exclusión, juventud y teología son las prioridades de un colectivo que acepta impartir la polémica asignatura de Educación Para la Ciudadanía -'aunque no nos guste'- y para el que Ley de la Memoria Histórica 'no es un acierto'.

Admite Alejandro Fernández que las relaciones de CONFER con la cúpula de la Iglesia 'estás estancadas y son mejorables', pero niega confrontación o distanciamiento. 'No se puede decir sean relaciones sean pobres o distantes' asegura Fernández Barrajón, que reconoce 'falta de espacios para el encuentro con los obispos' y que no se ha reunido con el presidente de la CEE, Antonio Maria Rouco Varela, desde que éste fue nombrado en marzo.

No juzgan los religiosos españoles un acierto la Ley de Memoria Histórica. 'No hay que reabrir heridas. Hay que dar un paso adelante. Cultivar mucho el perdón y tener un reconocimiento especial por las víctimas o los que hayan sufrido consecuencias más negativas a través de cualquier tipo de compensaciones' dice el Fernández Barrajón. 'Pero reabrir heridas y fosas, replantear de nuevo ese enfrentamiento cainita, no nos hace bien' plantea.

Muy próximos a FERE, los religiosos españoles no ocultan su rechazo a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, pero acatan la Ley. 'No compartimos la asignatura. Nos gustaría que se revisaran y consensuaran sus contenidos. Probablemente es una asignatura necesaria. Hacer de ella una confrontación absurda no hace bien a nadie. No nos gustan muchos de sus contenidos, pero obedecemos la Ley'. 'No queremos gestionar ningún poder de ningún tipo ni vamos a cuestionar a un gobierno legítimo, aunque hay cuestiones que no nos gusten, como el aborto' apunta el padre Barrajón.

Más necesarios

La crisis económica que golpea con fuerza a los más débiles pone a prueba la capacidad de las comunidades religiosas. 'Hace más necesaria nuestra labor. Hay mayor demanda de ayuda en nuestras casas y comunidades y se agotan nuestro recursos. La precariedad crece y hace mella en las condiciones de vida de mucha gente, es especial entre los más humildes' dice el máximo responsable de CONFER. 'La crisis nos afecta a todos, pero más a la gente sencilla que vive de un sueldo. Un despido acaba con los medios de vida de una familia humilde y genera un drama. Si un pobre necesita comer, no acude al ayuntamiento. Acuden a nosotros, conscientes de podemos ofrecer una respuesta más inmediata'.

Cree Fernández Barrajón que la sociedad española 'en general valora y percibe bien el trabajo y el compromiso de los religiosos'. Eso sí, lamenta que haya 'ciertas instancias y personas que no nos reconocen'.

Admite que hay crisis de vocaciones y que, aunque el número de religiosos en formación ha caído mucho 'no es para alarmarse' .'Es obvio que hay crisis, pero también lo es que no estamos excesivamente preocupados por estar entrando en el desierto. Hay 3.600 jóvenes en nuestras comunidades. Eso es una riqueza y nos invita a la esperanza. Es cierto que en otros momentos llegamos a tener 10.000, que hay poco relevo generacional que la edad es una carga y los hermanos y hermanas se van haciendo mayores'.