POR ORDEN DEL JUEZ

Los padres del niño obeso lo entregan al centro de menores

Los progenitores de Moisés, de 10 años, cumplen la orden del juez

vigo. Tras dos meses de negativas a las exigencias de la Xunta de Galicia, dos mandamientos judiciales y una querella por desobediencia y abandono, los padres de Moisés, el niño de diez años con obesidad mórbida cuya tutela había obtenido el Gobierno autonómico, entregaron ayer por la tarde al niño en el centro de menores de Carballeira (Ourense).

Luis Montoya y Margarita Gabarres, padres del menor, mantuvieron en paradero desconocido al niño para eludir la orden judicial que les obligaba a entregarlo para su internamiento en un centro de menores y, de ese modo, controlar la dieta alimenticia de Moisés, quien a los nueve años había alcanzado un peso de 83 kilos.

Al cumplirse el primer plazo para la entrega, los padres trataron de soslayar el mandato, alegando que el niño ya había comenzado a modificar su dieta, que había adelgazado 13 kilos en un mes y que su separación del entorno familiar podría resultar aún más perjudicial para él.

Tras reiterados incumplimientos en la entrega del niño, el fiscal de menores de Orense formuló una querella contra los padres por sustracción de menores y desobediencia, ampliándola luego por abandono del niño, alegando que su desaparición implicaba la inasistencia al colegio.

Durante todo ese tiempo, los padres de Moisés aportaron informes médicos a favor de su no separación de la familia, además de negarse a revelar el lugar en el que se encontraba escondido.

Durante el último mes, efectivos policiales buscaron al niño por diferentes puntos de Galicia sin obtener resultados.

Finalmente, tras la entrega, se ha sabido que Moisés estuvo todo el tiempo acogido en una casa de Pontevedra. Entre tanto, responsables de los Servicios Sociales de la Xunta mantuvieron varias reuniones con los padres del niño y su abogado con el fin de encontrar una solución al conflicto.

Según fuentes de la Xunta de Galicia, Moisés podrá dormir en su casa, aunque ha de permanecer internado en el centro durante el día, con el fin de seguir la evolución de la obesidad mórbida que le había sido diagnosticada y que motivó la intervención del Gobierno autonómico para preservar la salud del menor.