Los nombres y las modas cambian con los años

Quién no tiene alguna Pilar en su familia? Su madre, su abuela, su hermana, su hija... ¿Quién no recuerda alguna compañera de pupitre llamada Pili, Piluca o Mapi? En la capital del Ebro, no es difícil cruzarse con una de las 22.564 María Pilares o 9.568 Pilares que hay por las calles. De hecho, las provincias aragonesas tienen la mayor concentración de estos nombres, siendo Mª Pilar el más común y utilizado en Zaragoza.

En la capital, 46 de cada mil habitantes se llaman Mª Pilar, y 19 de cada mil, Pilar. Otro de los nombres más comunes, como María, tienen una tasa de 24,159. Es que la patrona de Zaragoza es mucha patrona...

A pesar de la distancia, en Huesca y Teruel también se hace un guiño a la Virgen. En la provincia oscense, hay 3.688 Mª Pilares (33 por cada mil habitantes) y en la turolense, 2.275, algo menos. Curiosamente, Teruel es la provincia donde más concentración de Pilares hay. De hecho hay 2.154 mujeres llamadas así.

Pero las modas cambian inexorablemente con el paso del tiempo, y los nombres de pila responden también a esa tendencia. En los años 30 nacieron en Zaragoza 2.441 niñas cuyos padres optaron por llamarlas Mª Pilar, y 2.824 se registraron como Pilar. Hasta los años 60 del siglo pasado esas cifras fueron en aumento. Cada vez había más recién nacidos bautizados con este nombre.

A partir de entonces, cambiaron los aires de la ciudad, las tendencias... y también las modas. En los años 90, solo 470 bebés tomaron por nombre Mª Pilar y 284, Pilar. Y en lo que va de milenio, apenas han nacido 148 Mª Pilares y 25 Pilares. Con fuerza surgen nombres como Lucía, Paula, Andrea, Laura... aunque otros como María también se mantienen con fuerza. La pasión entre los ciudadanos por la patrona no decae, pero lo cierto es que, Pilar, cada vez se lleva menos.