más de un centenar de científicos

La ciencia sale del laboratorio

'La noche de los investigadores' es una iniciativa que se celebra de forma simultánea en ciudades de toda Europa que permite a los jóvenes investigadores mostrar en qué consiste su labor y cuáles son sus útiles habituales de trabajo.

Varios científicos
Con la materia del Nobel en las manos
ARáNZAZU NAVARRO

Jóvenes investigadores procedentes de distintas ramas de la ciencia han salido hoy de sus respectivos laboratorios para dar a conocer su trabajo en la calle de una forma atractiva y lúdica y romper con la imagen tradicional del científico como una persona encerrada y ajena a la sociedad.


En el marco de 'La noche de los investigadores', una iniciativa que se celebra de forma simultánea en ciudades de toda Europa, el Paraninfo Universitario de Zaragoza ha permitido a los jóvenes investigadores mostrar en qué consiste su labor y cuáles son sus útiles habituales de trabajo.


Las mesas instaladas por los diversos departamentos de investigación que han participado en la iniciativa han captado desde un primer momento la especial curiosidad de los niños, que no se resistían a poner sus manos sobre los extraños objetos exhibidos o a pedir información sobre el funcionamiento de diferentes artilugios.


Ajenos al acto protocolario de inauguración, que han presidido el secretario de Estado de Investigación, Félipe Pétriz; el consejero de Ciencia y Tecnología del Gobierno aragonés, Modesto Lobón, y el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, los más pequeños corrían de una mesa a otra fascinados por todo lo dispuesto a su vista.


El principal foco de interés lo ha provocado un simulador virtual que permitía a los niños, tras colocarse un aparatoso casco y unas oscuras gafas conectadas a un ordenador, desplazarse a un mundo nuevo en tres dimensiones (unos imaginarios grandes almacenes) y moverse con cierta torpeza a pesar de las indicaciones recibidas.


Pero las posibilidades eran más amplias para los curiosos, desde cómo extraer adn de una cavidad bucal, al funcionamiento de técnicas mínimamente invasivas en medicina o de aparatos robóticos.


Los más avezados también podían disfrutar de los útiles mostrados por jóvenes investigadores en nanociencia, telemedicina o ciencia de los materiales, cuyos responsables se esforzaban en explicar, difícilmente con éxito, las propiedades del cristal líquido.


El programa ofrecía la posibilidad de participar en talleres de construcción por ordenador o de dinámica de grupo, asistir a charlas sobre dinosaurios, nanociencia, medioambiente o narrativa contemporánea o asistir a demostraciones en torno a los equipos y materiales utilizados hoy en día en investigación.


En la inauguración de la jornada, el consejero de Ciencia y Tecnología del Ejecutivo aragonés ha explicado que este tipo de iniciativas no sólo permiten acercar a la sociedad el trabajo de los investigadores, sino que favorecen su reconocimiento social.


A juicio de Lobón, "tenemos que conseguir que crezca la figura del investigador en su propia estima y en la de la sociedad en general".


Sus palabras han sido aplaudidas por los distintos responsables institucionales y universitarios asistentes al acto, mientras que los niños continuaban ajenos al protocolo fijando sus ojos y su atención sobre una gran cantidad de objetos desconocidos para ellos.