FELICITACIONES

Los buenos deseos se vuelven digitales

Aunque la tradicional tarjeta postal aún no ha caído en desuso, cada vez son menos los que optan por este vehículo para enviar sus mensajes de Navidad. El correo electrónico e internet ganan terreno como medios para expresar esos parabienes y hacerlos universales.

Algunos 'chistmas' tradicionales.
Los buenos deseos se vuelven digitales
ESTHER CASAS

Piense un poco: ¿cuántas tarjetas de felicitación ha recibido este año metidas en un sobre? ¿Y cuántos de esos buenos deseos le han llegado a través del correo electrónico? Cada vez son más las personas, empresas e instituciones que optan por la vía digital y no el correo postal para este menester, en parte por la rapidez con que se difunde, en parte por la posibilidad de enviarlo a muchas personas simultáneamente con gran facilidad, y acaso también porque es más económico (estamos en crisis) y da menos pereza que comprar las tarjetas, escribirlas a mano una a una, llevarlas a franquear y echarlas a un buzón (¡con el frío que hace!).


De todos modos, sea cual sea el vehículo elegido, no todo el mundo está igual de dotado para idear una felicitación original. Entre quienes este año se han esforzado por dar un toque distintivo a sus felicitaciones clásicas, en papel, se pueden mencionar algunas como las del grupo editorial Luis Vives, hecha en forma de desplegable con un dibujo de Xan López Domínguez que permite ver a los Reyes Magos inmersos en la espesura de un bosque que cobra relieve, o la de Ibercaja, que en lugar de los reiterativos temas tipo belén ha optado por un niño que jugando con la nieve forma el logo de la entidad bancaria (aunque sobre la blancura se adivina la sombra del clásico trineo de Papá Noel volando con sus renos). La de Vives aprovecha los muchos pliegues para felicitar la Navidad en castellano, catalán, gallego, euskera, inglés y francés. La segunda, manteniendo la sobriedad del diseño, desea en el interior "Prosperidad y felicidad".


Con un estilo más contemporáneo, el zaragozano Teatro Arbolé ilustra su felicitación con un entramado gris que engloba la silueta de su popular personaje Pelegrín y la acompaña con una frase acogedora y humilde, a la par que poco convencional, tomada de una canción de Jaume Sisa (también conocido como Ricardo Solfa): "Casa nuestra es casa vuestra, si es que hay casa de alguien".


Combinando lo tradicional con un toque moderno, siguen en la brecha las postales de Unicef, que reconvierten, por ejemplo, símbolos como el árbol de navidad en abetos de estrellas multicolores. Y entidades como la UNED refunden imágenes de hojas escarchadas con una composición geométrica y aprovechan para homenajear al poeta Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento utilizando versos suyos en la tarjeta.


Hay incluso casos reveladores, como el de Edhasa, que parece representar el dilema en que se encuentra el sector editorial, que sin decidirse a abandonar el papel impreso tampoco quieren dejar de lado lo digital. Así, esta empresa ha enviado tanto por correo postal como electrónico la misma tarjeta, una original estampa de Jesús 'el Resucitadillo', acompañada de un poemita en el que le piden ayuda para salir "con bien de este tercer año de crisis y descalabro" y, un tanto jocosamente, agrega: "No es por maldecir de nuestros dirigentes, pero ilumina, Señor, a esas gentes".


También el 'e-mail' depara sorpresas de todo tipo en materia de felicitaciones. Hay quien directamente pega o adjunta la suya en el mensaje y quien opta por poner un enlace para dar el salto a internet, como ha hecho Iberia, que incluso rentabiliza el mismo vídeo navideño para su publicidad televisiva. En él pone a los sudafricanos a bailar a ritmo de zambomba, instrumento navideño por excelencia pero bastante en desuso, como sustituto de las vuvuzelas del Mundial de Fútbol que ganó 'la Roja'.


Pero, dejando a un lado las felicitaciones, internet depara algunas cosas curiosas relacionadas con la Navidad este año. Una de ellas es 'The digital story of the Nativity' (La historia digital de la Navidad), un derroche de ingenio en el que se muestra cómo hubiese sido hoy día la historia de José, María, el niño y los Reyes Magos si todos hubiesen tenido correo electrónico, internet y redes sociales. Vale la pena verlo en Youtube.