ESPACIO

López Alegría: "Si pudiera ir a la Luna, me habría apuntado ya, pero en 2020 seré viejo"

Con Obama ya presidente electo de Estados Unidos, ¿qué puede pasar con la carrera espacial?

Todavía está por saber. Antes de las elecciones los dos candidatos declararon su apoyo a los programas de la NASA. Sin embargo, estamos en crisis y el presupuesto del año próximo puede que se vea afectado. La palabra clave de Obama siempre ha sido 'cambio' y no sé cómo afectará a la NASA.


Y usted, ¿qué espera?

Es poco probable que haya cambios muy grandes. Ahora tenemos tres programas: el transbordador Space Shadow, la Estación Espacial y el Constelación, que es el nuevo proyecto para regresar a la Luna y a Marte. Hace 4 años el presidente Bush dijo que la estrategia era acabar en 2010 la construcción de la estación para retirar de servicio el transbordador y destinar el dinero de este programa en el nuevo, que no estará listo hasta 2015. Así, estaremos cinco años sin acceso propio al espacio, lo que nos lleva a tener que comprar una plaza en la Soyuz rusa.


Sus últimas misiones han sido para construir la Estación Internacional, ¿cómo va?

Está a punto de acabarse. A la estación espacial le faltan unas ocho misiones del transbordador para concluir los trabajos. Debe estar finalizada en 2010.


Este proyecto pone de acuerdo a antiguos enemigos.

Creo que lo más llamativo de la construcción y explotación de la estación es la cooperación internacional que ha surgido, no solo entre norteamericanos y rusos sino también con los europeos, japoneses y canadienses. Esta colaboración de cinco agencias espaciales no tiene precedentes.


Los avances tecnológicos derivados de la carrera espacial, ¿qué aplicaciones tienen en la vida cotidiana de la gente?

Hay multitud. Incluso se publica cada año un libro con las tecnologías que se desarrollan para el programa espacial y luego tienen aplicación en tierra. Como ejemplo general, yo destacaría toda la miniaturización que se hizo para los vuelos a la Luna y que nos permite ahora tener aparatos como teléfonos móviles o los GPS. Ahora, en la estación espacial estamos haciendo pruebas médicas para entender cómo afecta al cuerpo la falta de gravedad, lo que tendrá aplicación para enfermos que están en cama y tienen los mismos problemas de falta de densidad de huesos y de masa muscular.


¿Qué opinión le merece el turismo espacial?

En general, me parece una idea fenomenal y creo que es el momento para hacerlo. Hay dos clases de viajes, los suborbitales y orbitales. En el primer caso, el cohete sube, pasa minutos en la falta de gravedad y baja al mismo sitio. Estos viajes están a punto hacerse y la primera compañía tiene más de doscientos clientes apuntados. El viaje orbital es mucho más difícil y costoso y, de momento, solo lo hacen los rusos. Estaba a favor del primer tipo de turismo pero no tanto del segundo. Pero, tras mi experiencia con dos turistas y ver la repercusión mediática que se consigue a través de personas famosas, he cambiado de opinión.


¿Desde el espacio la Tierra se ve frágil? ¿Se siente la necesidad de cuidarla?

Se ven los efectos de los seres humanos. En el poco tiempo que llevo de carrera, he visto cambios, por ejemplo, en las capas de nieve en las cimas de las montañas, se ve la contaminación... Es difícil decir qué quiere decir eso y si es frágil la Tierra, pero sí que se nota es que la estamos cambiando y que debemos cuidarla. Un día, cualquier recurso se puede acabar y estamos acelerando el agotamiento de los recursos.


Hace mas de diez años que fue al espacio por primera vez y desde entonces lleva cuatro viajes, ¿habrá un quinto?

De momento no tengo proyectos, pero no lo descarto. Desde luego el espacio 'engancha'. En cada misión tienes que intentar hacer algo más que la última vez, y hoy no existe ese tipo de reto para mí en el programa espacial. Así que prefiero dejar paso a los jóvenes.


La estación internacional es un trampolín para la Luna y Marte, si ese fuera el reto, ¿volvería a salir al espacio?

Si pudiera ir a la Luna, me hubiera apuntado ya. Pero no creo que llegue. Para 2020, que es cuando se propone hacer eso, seré ya mayor.


Díganos, ¿en el 69 estuvo el hombre en la Luna o, como hay quien duda, nos engañaron?

Esa pregunta no es digna de respuesta. Creo que todo el mundo lo sabe. Bueno, todo el mundo igual no lo cree pero… no cabe duda.


¿Por qué se va a tardar tanto en regresar?

Es cuestión de dinero. Se fue porque teníamos miedo que llegasen los rusos antes. El presidente Kennedy lanzó un reto y se invirtió muchísimo dinero. Pero, salvo poner la bandera, no hicieron nada. Incluso después anularon las últimas tres misiones Apolo por falta de presupuesto.


¿Usted quería ser astronauta desde niño?

Cuando era pequeño, como mucha gente, tenía ilusión por ser astronauta, pero después tuve otras aficiones. Solo a los 25 años, cuando ya era piloto militar, me planteé de nuevo esa idea, ya que en Estados Unidos hay una vía para pasar del ejército a la NASA.


¿Aquí abajo echa de menos algo del espacio?

La sensación de flotar, de volar. Eso de poder experimetar las leyes de Newton de manera directa es muy interesante.