SALUD

Las hormonas no protegen a la mujer de la enfermedad cardiovascular

"Hay que desmontar el falso mito, con el que hemos sido instruidos muchos médicos, de que las hormonas protegen a la mujer de la enfermedad cardiovascular. Es más, los estrógenos aumentan esta patología, no la protegen". Son palabras del doctor Esteban López de Sá, secretario general de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), quien insistió en rueda de prensa que los trastornos de este tipo son la primera causa de muerte entre la población femenina, muy por encima del cáncer, a pesar de que este colectivo lo desconozca.


Esta última creencia está, quizás, arraigada porque tanto la sociedad como el colectivo médico han transmitido la idea de que las enfermedades cardiovasculares (ECV) son una patología "de hombres", cuando es evidente que desde hace ya una década fallecen más mujeres que hombres por estos trastornos, entre otras variables porque su expectativa de vida es mayor. De hecho, tres de cada diez muertes entre las féminas se deben directamente a ECV y mientras la tendencia masculina a sufrir, por ejemplo, infartos de miocardio va en descenso, "la de las mujeres va subiendo", subrayó la cardióloga Isabel Calvo.


El que las propias mujeres infravaloren la gravedad de esta patología entre su colectivo y no tengan conciencia de esta situación es lo que ha ocasionado que la XXIV Semana del Corazón, organizada por la Fundación Española del Corazón (FEC), esté dedicado a ellas, bajo el lema "Cada mujer, un corazón". Las patologías cardíacas tienen distinta incidencia, evolución y pronóstico en la población en función del sexo. Sin embargo, la sociedad no ha asumido estas diferencias hasta hace pocos años, lo que ha perjudicado significativamente a la mujer y explica que se desconozca que las enfermedades cardiovasculares causen diez veces más de muertes al año que el cáncer de mama.

Aumento en las mujeres


El doctor Lorenzo López, cardiólogo de la FEC, evidenció que, "ante síntomas idénticos, la mujer tarda más en acudir al hospital que el hombre, llega más tarde y se la atiende más tarde y de forma distinta". Y eso, a pesar de que cada año que pasa la población femenina presenta hábitos de vida o trastornos de otro tipo que la hacen ganar puntos para ser eventual víctima de una ECV: las jóvenes fuman muchísimo, la hipertensión aumenta entre las féminas y en la mujer es más frecuente la diabetes que en el hombre, cuando según las previsiones "tres de cada cuatro diabéticas padecerán una ECV", dijo la doctora Calvo.


El objetivo más inmediato reside en lograr que las mujeres aumenten su concienciación ante esta patología y que la atención sanitaria para la población femenina con enfermedad cardiovascular sea similar a la practicada en varones, si es necesario mediante el desarrollo de campañas formativas. Al igual que ocurre en Europa y Estados Unidos, en España mueren más mujeres que hombres por enfermedades cardiovasculares.


Según los últimos datos oficiales de 2006, en nuestro país fallecieron 65.327 mujeres y 55.433 hombres por patologías del sistema circulatorio. El estudio "Radiografía de las enfermedades cardiovasculares en la mujer española", presentado por la doctora Calvo, evidencia que la mortalidad cardiovascular "está disminuyendo en los hombres, pero no en las mujeres".

Desconocimiento


El estudio sostiene que un reciente informe epidemiológico revela que, en el caso concreto de la cardiopatía isquémica, la mortalidad a 28 días ajustada por edad tras un primer infarto agudo de miocardio (IAM) es un 20% mayor en las mujeres que en los hombres. De la misma manera, se pone de manifiesto que las mujeres hospitalizadas por IAM son mayores (unos 10 años más en promedio que los hombres), llegan al hospital como promedio una hora más tarde, tardan más en ser atendidas y diagnosticadas, se les realizan menos estudios diagnósticos invasivos y desarrollan cuadros clínicos más graves.


En general, las mujeres infravaloran la trascendencia sociosanitaria y el impacto clínico de las enfermedades cardiovasculares y las perciben con un grado de gravedad inferior al que tienen realmente. Esa percepción equivocada, se admite en el estudio, se extiende también a los profesionales sanitarios que las atienden. "La misma historia puede ser valorada como angina de pecho o como crisis de ansiedad dependiendo de que quien la cuenta sea un hombre o una mujer, y muchas mujeres con ECV son tratadas de entrada con ansiolíticos o antidepresivos", arguye.


Una amplia encuesta realizada en Aragón a 1.068 personas, pero extrapolable a toda España según la autora, destaca la "ínfima importancia" que las mujeres otorgan a la enfermedad cardiovascular. De hecho, en su opinión, el principal problema de salud que afecta a las mujeres es, por este orden, el cáncer (un 60%, y especialmente el de mama), las enfermedades osteomusculares (17,8%) y la enfermedad cardiovascular (sólo un 5,1%). Un escaso porcentaje (15,2%) sitúa a las enfermedades cardiovasculares como la primera causa de muerte, mientras que un 72% señala en primer término al cáncer.

Encuesta


Las encuestadas valoran casi cinco veces más las muertes por cáncer que por ECV y cerca de un cuarto de las mujeres sondeadas aseguran que por ser mujer tienen menos posibilidades de sufrir un ataque al corazón. De otro lado, es llamativo el desconocimiento que las mujeres tienen de la diabetes como factor de riesgo cardiovascular, cuando su importancia es aún mayor que en los hombres. De hecho, más de un 50% no identifican a la diabetes como factor de riesgo.


El estudio muestra, además, una alarmante tasa de fumadoras entre las menores de 35 años (44,5%) y entre las mujeres de 36 a 50 años (36,8%), datos que hacen prever un incremento importante del riesgo de ECV en esta población. La tasa media de fumadoras del 27,2% entre las mujeres mayores de edad está cinco puntos por encima de la encuesta de salud de España del 2006 (22,10%). Algo más de la mitad de las mujeres encuestadas considera que su conocimiento de las ECV es escaso o nulo. El 61% de las mujeres que así lo califican tienen menos de 50 años y el 63,3% tienen educación secundaria o superior. El 64,2% de la información recibida sobre las ECV es a través de los medios de comunicación.


En cuanto a la hipertensión arterial, uno de los principales factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular, se observan importantes diferencias en los patrones de aparición dependiendo del sexo. En comparación con los hombres, las mujeres hipertensas españolas tienen mayor edad (un promedio de tres años más), mayor perímetro de cintura, hay un mayor porcentaje de obesas, tienen más frecuentemente diabetes, hiperlipemia y síndrome metabólico, cuentan más habitualmente con antecedentes de fibrilación auricular e insuficiencia cardiaca y están peor controladas.