ZARAGOZA

La sorpresa del 'géiser' de Casablanca

El agua que llega de Yesa sale a presión por un surtidor que ayer alcanzó los 20 metros

Bea, Carlos y Miguel se acercaron ayer por la tarde desde Valdespartera a los depósitos de Casablanca para ver el 'géiser'.
La sorpresa del 'géiser' de Casablanca
oliver duch

Llamadas a la Policía Local, alertas entre los vecinos y la atracción de muchas miradas curiosas hacia ese chorro enorme que se veía sobre los tejados de Casablanca. ¿Qué era ese surtidor de casi veinte metros que se dibujaba sobre el cielo de Zaragoza? ¿Un nuevo reventón? ¿El hallazgo de un manantial subterráneo? La respuesta era mucho más sencilla: el 'géiser' que adorna y oxigena el agua de los antiguos depósitos de Valdespartera alcanzaba ayer una altura poco habitual y también a una hora inusitada, pero lleva en activo desde que comenzaron las pruebas de la llegada de agua de Yesa a Zaragoza.

 

"No es ninguna novedad, de hecho lleva un año funcionando y se instaló así a propósito", explicaban ayer desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). "Acuaebro, la empresa que gestiona la llegada del agua de Yesa, tiene sus depósitos en Casablanca, desde donde se lleva a la potabilizadora. Este surtidor siempre está en activo cuando llega el agua, y es la propia presión de la tubería, liberada, la que hace que salga con tanta fuerza", explicaban las mismas fuentes.

 

Normalmente, el surtidor solo esta activo en horas de oficina, y suele salir a una altura mucho más baja de lo que se veía ayer. Son los propios trabajadores de las oficinas que están situadas frente al lago que forman los depósitos los que activan el chorro y deciden su altura, y parece ser que ayer su horario de trabajo se había alargado más de lo habitual. Además, como no había viento, se puso en marcha a su máxima altura. "Esto no ocurre cuando sopla el viento, porque en las pruebas ya se vio que se creaban molestias a los vecinos de las casas cercanas, a los que se les llenaban de agua los cristales de las ventanas", señalaron desde la CHE.

 

El caso es que el 'géiser' atrajo al embarcadero y las praderas que rodean los depósitos a muchos curiosos como Carlos, Bea y el pequeño Miguel, vecinos de Valdespartera. "Lo veíamos desde casa, nos ha sorprendido y nos hemos acercado. Pero queda muy bonito, deberían dejarlo así". Una nueva atracción para la ciudad del agua.