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por Mariano García

LOTERÍA

La Roja desata la fiebre por el 11.710

El 11 de julio de 2010, un gol de Andrés Iniesta en la prórroga del partido daba el triunfo a la selección española de fútbol en la final del Mundial de Sudáfrica. Los décimos con esa fecha volaron de las administraciones.

Iniesta marca el gol a los 115 minutos y 55 segundos (11.555) del partido del 11 de julio de 2010 (11.710).
La Roja desata la fiebre por el 11.710
EFE

Nunca, en los casi doscientos años de historia del más popular de cuantos sorteos de lotería se celebran en España, el Gordo de Navidad ha terminado en 10, una circunstancia que poco parece haber importado a quienes, en apenas unas horas, agotaron el 11.710, un número de feliz e imborrable recuerdo.

El domingo 11 de julio de un 2010 cargado hasta entonces de malas noticias, un gol de Andrés Iniesta en la prórroga del partido daba el triunfo a la Roja en la final del Mundial de Sudáfrica, frente a una selección, la holandesa, que había saltado al césped con aire chulesco y ganas de repartir estopa. La victoria in extremis de la selección de España desató tal euforia colectiva que, al menos por un tiempo, la crisis económica dejó de ser noticia de portada.

A principios de julio, pocos días antes de tan histórico triunfo, en la administración de lotería número 1 de Manresa (Barcelona) se recibía completo -1.950 décimos- el 11.710, número al que, desde hace tiempo, están abonados muchos vecinos de la localidad y de otros lugares de la comarca, además de Barcelona y Andorra, y al que juegan durante todo el año, no solo en Navidad.

La mitad aproximadamente de los casi dos mil décimos del 11.710 tenían pues dueño antes de que los chicos de Vicente del Bosque se convirtieran en campeones del mundo, pero la otra mitad "se vendió en muy poco tiempo, casi, casi en horas", comenta la hija del titular de la administración, Santiago Oller Vilaseca. "En la mañana del lunes 12 de julio -recuerda la lotera- recibimos tal avalancha de llamadas, desde los lugares más alejados, que no dábamos abasto a atender el teléfono. Se vendió enseguida". Incluso hoy, hay quien sigue llamando con la esperanza de hacerse con un décimo de ese número fetiche.

Algo parecido ha ocurrido con el 11.555, agotado también porque corresponde con el minuto exacto -115' 55''- en el que Iniesta metió el gol de la victoria.