MODA

La mujer que puso a coser a Europa

La guerra ha pasado, vuelve el gusto a la vida y las mujeres quieren vestirse bien. Pero, ¿dónde? La alta costura parisina es demasiado cara, demasiado extravagante y está demasiado lejos. Eran los años 40 y la moda aún no tenía productos de consumo masivo. Aenne Burda, esposa de un editor alemán, vio una solución: ponerse a coser. Su idea: una revista de moda con patrones. En 1950 aparecía el primer número de 'Moda Burda'. La revista se convirtió en un éxito mundial y su fundadora, en el prototipo de mujer exitosa y emancipada. El 28 de julio hubiese festejado su centenario.


Anna Magdalene Lemminger no quiso contentarse con la vida simple que le estaba destinada como hija de conductor de locomotora y ama de casa. Con 17 años, sus trenzas fueron reemplazadas por un peinado ligeramente varonil. Pronto, Anna respondería sólo al nombre de Aenne. "Una niña amorosa nunca fui. Siempre quise ser algo mejor", confesaría después.


En cualquier caso, el Dr. Franz Burda se enamoró de la joven cajera de la Central Eléctrica de Offenburg, se casaron en 1931 y tuvieron tres hijos. En 1949, su marido puso una pequeña editorial bajo su responsabilidad. Originalmente él le había regalado esta editorial a su amante, quien la había arruinado.


La esposa demostró mucha más habilidad. La belleza siempre le había importado y Aenne estaba a la altura de su vanidad. Pero también otras mujeres deberían estar hermosas, lo que resultaba difícil en la posguerra. El 'hazlo tú mismo' podía ayudar a realizar sus sueños.


"Aenne Burda tenía la capacidad de reconocer una oportunidad y el coraje para convertirla en hechos", dice Ute Dahmen, periodista que conoció a la empresaria en los años 90, la entrevistó varias veces y acaba de publicar una biografía llamada 'Los milagros son realizables'.


"Quería ser dura como un hombre, quizás hasta más dura", decía la misma Burda. Desde los años 50, su revista fue publicación líder para el ama de casa alemana. Pronto le seguiría la expansión en el exterior. El apogeo fue el lanzamiento de la edición rusa en 1987, la primera revista occidental distribuida en la URSS. Hoy día, en 90 países cortan su ropa según patrones provenientes de la sede de Múnich.


Pero, en los 90, cadenas como H&M y Zara comercializaron ropa de moda con precios accesibles. Muchas mujeres trabajaban ya, y comprar requiere mucho menos tiempo que coser uno mismo. Por eso, se hizo una revisión general de la revista y 'Burda Style' estrenó 'look' moderno y nuevas secciones.


Ahora, coser está de moda otra vez, no por la crisis económica, sino por una necesidad de individualidad y el placer asociado al trabajo creativo. Y cada vez son más los hombres que quieren aprender a coser. Pero Aenne ya no se entera. Murió el 3 de noviembre de 2005.