DERECHOS CIVILES

La lesbiana expulsada de una cofradía denuncia al obispo

María de los Ángeles Rey considera que Antonio Algora ha cometido un presunto delito de coacciones.

María de los Ángeles Rey, la vecina de Abenójar (Ciudad Real), de 54 años, que fue expulsada de la Hermandad de la Virgen de la Encarnación de esta localidad por ser lesbiana, ha denunciado al obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, ante el juzgado de lo penal por un presunto delito de coacciones.


Según la denuncia, fue el obispado el que ordenó a la junta directiva de esta hermandad su expulsión por conducta "manifiestamente escandalosa", después de que en febrero de 2007 se casase con la mujer con la que convive desde hace 15 años y de que más tarde accediera a la vicesecretaría de esta cofradía.


"Lo que ha hecho el obispo ha sido impedir a Ángeles lo que la ley no le prohíbe y, en consecuencia, estaríamos ante una conducta delictiva", declaró ayer el abogado de la mujer, José Luis López de Sancho, para quien "ha habido supuestos asimilables a éste en los últimos meses en Canarias y Granada que han acabado con sentencias condenatorias".


"No queremos el mal para nadie, sino que queden protegidos y reconocidos los derechos constitucionales de Ángeles", añadió este letrado, quien subrayó que "no existe fundamento para esa orden de expulsión porque lo único que ha hecho ella ha sido ejercitar un derecho que le reconocen las leyes como es contraer matrimonio con una persona del mismo sexo".


Aunque María de los Ángeles, peluquera de profesión, ha intentado reconducir este conflicto por vía interna en la propia hermandad, sus intentos han sido en vano. Por ello, según su abogado, no le ha quedado otra opción que denunciar al obispo. En el caso de que la justicia le diera la razón, Algora podría enfrentarse a una pena de prisión de 6 meses a 3 años o a una sanción económica.


María Rey Santos participó el pasado domingo en la celebración de la romería en honor de la patrona de Abenójar, la Virgen de la Encarnación. La lesbiana manifestó que la decisión de expulsarla de la Hermandad de la Virgen de la Encarnación de Abenójar no la va a separar ni de su pueblo, ni de su Virgen.


María Rey Santos recibió el pasado domingo el apoyo mayoritario de los vecinos de este municipio ciudadrealeño durante la celebración de la romería. La mujer pidió a la Iglesia que cambie "de una vez, si quiere unir en vez de separar a los cristianos".


Insistió en que es necesario un cambio "maduro en la Iglesia del siglo XXI" que no permita que existan exclusiones por motivos como los que a ella la han obligado a dejar su hermandad religiosa.


Numerosos vecinos de Abenójar, municipio de algo más de 1.600 habitantes localizado al sureste de la provincia de Ciudad Real, mostraron su apoyo a María con camisetas alusivas a la situación que vive, en las que se podía leer el lema "Encarnación sin discriminación". También ha habiado algunos casos de hermanos pertenecientes a la hermandad de la patrona del municipio que han pedido la baja a consecuencia de la medida del obispado.