"¿Sueles dejar la televisón encendida aunque no la estés viendo?". "Sí", responde Juan Manuel, un turiasonense de 63 años. "Es que así me hace compañía", añade entre risas. Esta es una de las preguntas del test de huella ecológica al que se han sometido este martes los vecinos de Tarazona.

La actividad desarrollada en la ciudad del Queiles no ha sido un preludio, como algunos han podido creer, de la fiesta de San Atilano que se celebra este miércoles día 5. No. Ha sido una de las demostraciones de la Caravana por el Clima de la Universidad de Zaragoza que recorre estos días diversas ciudades de Aragón.

El citado test indica el impacto que tiene cada persona sobre el planeta según su modo de vida. Con esta prueba, los voluntarios "verdes" intentan concienciar a los participantes sobre los buenos hábitos para conservar el medioambiente. La participación es recompensada con diversos regalos ecológicos, como econominzadores de agua, bombillas de bajo consumo, o bolsas reutilizables.

Pero en Tarazona ha habido más. En la carpa "verde", situada en el paseo de la Constitución, el olor a chistorra y calamares reúne a los primeros viandantes. Allí se ha puesto en marcha la cocina solar. El artilugio consiste en una especie de gran parabólica que absorbe los rayos del sol. El aparato dirige hacia un punto la energía y es capaz

de alcanzar temeratura que permiten cocinar calamares encebollados con patatas y manzana. Este es uno de los platos, pero no ha sido el único. En fin, para chuparse los dedos. Cerca, el horno solar sorprende a los vecinos. "¡Hay que estar al último loro, hay que hacerse con uno de estos!", exclama un curioso al enterarse de que alcanza los 230º C.

Durante toda la jornada, los seis grupos formados por los caravaneros, han acudido a diferentes puntos señalados por los coordinadores de la Oficina Verde. No han faltado el Ayunamiento, el centro ocupacional o la residencia de día "Doz". El grupo "Energía Renovable" ha visitado el colegio de la "Sagrada Familia" para transmitir a los alumnos de sexto de Primaria la importancia del cuidado del medioambiente. Los escolares han recibido consejos para reciclar, ahorrar agua y energía.

Los niños se han mostrado muy participativos en todo momento. Al finalizar el encuentro, los caravaneros les han regalado una linterna ecológica.

"¡Viva la energía dinamo!", exclama emocionado uno de los alumnos al comprobar que la linterna no llevaba pilas. La jornada es rubricada por el educador medioambiental municipal, Andrés Omeñaca: "Os lo habeis currado muy bien".

La cita de este miércoles es en Andorra.