CRÓNICA ROSA

Entre príncipes y magnates de la Fórmula 1

La boda de Petra Ecclestone, hija de Bernie, patrón de la Formula Uno, con el empresario James Stunt, y el enlace matrimonial del príncipe Jorge Federico Fernando de Prusia con Sofía de Isenburg, han centrado la crónica rosa de este sábado.

Boda del Príncipe Jorge Federico de Prusia & Sofía de Isenburg
Entre príncipes y magnates de la Fórmula 1
EFE

Petra Ecclestone, hija de Bernie, patrón de la Formula Uno, se casa hoy con el empresario James Stunt en una fastuosa ceremonia en el castillo de Odescalchi, en la localidad de Bracciano, cerca de Roma, que fue también escenario de la boda de Tom Cruise y Katie Holmes.


Medios de comunicación italianos señalan que la boda ha costado al padre de la novia 1,5 millones de euros. La ceremonia contará con las actuaciones de Eric Clapton y de los Black Eyed Peas, el grupo preferido de Petra Ecclestone, de 23 años, y de Stunt, de 28.


Entre los cerca 300 invitados a la ceremonia, que inició anoche con una cena y posterior fiesta en Roma y durará hasta el lunes, se encuentran el ex director deportivo de Renault Flavio Briatore, la exduquesa de York Sarah Ferguson y sus dos hijas, Beatriz y Eugenia, así como la heredera Paris Hilton.


La boda ha sido organizada por la empresa Peregrine Armstrong-Jones, encargada de bodas como la de David y Victoria Beckham, y el vestido de la novia es de Vera Wang.


Boda real


Por otro lado, el príncipe Jorge Federico Fernando de Prusia, tataranieto del último Káiser alemán y jefe de la casa de los Hohenzollern, contrajo este viernes matrimonio con la princesa Sofía de Isenburg en una ceremonia que tuvo lugar en la Iglesia de la Paz de Potsdam, junto a Berlín.


El heredero del trono germano y de Prusia, de 36 años de edad, se esposó con su novia de toda la vida, de 33 años, en un lugar de tradición familiar, junto al palacio de Sanssouci, residencia de verano de los monarcas prusianos, en cuyos jardines reposan los restos de su antepasado Federico el Grande de Prusia junto a sus perros y caballos.


Un total de 700 invitados, muchos de ellos representantes de las casas reales europeas, y miles de curiosos asistieron a la que se considera boda del año en Alemania, país republicano desde la abdicación en 1918 de Guillermo II, tatarabuelo de Jorge Federico y último Káiser alemán.


Tras la ceremonia religiosa en un templo que está junto a los jardines de Sanssouci, la noble pareja recorrió, para regocijo de los miles de curiosos, la distancia que les separaba del edificio de las Neuern Kammern, donde se celebró una recepción, en una carroza descubierta.


La fiesta continúa esta noche con una cena de gala en la Orangerie de Sanssouci a la que asistirá un círculo aún mas reducido de unos 370 íntimos de la pareja, que este jueves se casó por lo civil en esta ciudad que limita al suroeste con Berlín.