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La fuerza de la fe

Daniel Tejero celebra 30 años en la halterofilia con un enorme premio: seleccionador absoluto en el Mundial de Corea

Daniel Tejero, en el gimnasio del Centro Natación Helios, donde forjó su nombre.
La fuerza de la fe
DIEGO GARCÍA

La halterofilia es un deporte basado en la fuerza explosiva. Para un haltera, la parte más importante de su cuerpo son las piernas. Daniel Tejero ha convertido esa autoridad que transmite un especialista sobre la tarima en una creencia, una confianza en dos pilares que le han llevado a hacer realidad un anhelo que guardaba en el corazón. Después de 30 años como profesional de una modalidad que en Aragón ha dado grandes nombres, Tejero ve recompensada su capacidad de sufrimiento, su competitividad y su buen hacer en el gimnasio en el Centro Natación Helios con el mejor premio que un entrenador puede esperar: ser nombrado seleccionador nacional absoluto en una competición mayúscula, un Mundial. El zaragozano participará en el Campeonato que se celebrará en Goyang, Corea del Sur, del 20 al 29 de noviembre. "Esto es vida e ilusión. La fuerza de la fe y el trabajo", responde emocionado. Tejero sigue la estela de dos de sus maestros en la materia, Cecilio Marcellán (1970) e Ignacio Almau (1979 y 1981).

 

Daniel Tejero asegura que su elección ha sido "una sorpresa muy grande". Hace unos días recibió la llamada de Mariano Lucas, secretario general de la Federación Española. "¿Has gastado todas las vacaciones?", le preguntó en broma. "Nos vamos a Corea". Para el aragonés ha sido la confirmación del lema del que ha hecho gala: siempre se cumplen los sueños si te lo propones. "Es un reconocimiento a todo: la trayectoria como deportista, la experiencia como entrenador y organizador de campeonatos, la dedicación a la promoción, con más de quinientos niños iniciándose en el deporte? Pero también la apuesta de una federación y de una comunidad que, con pocas licencias, está en el mapa. Es constancia y trabajo". No solo ha sido su experiencia técnica la que le ha llevado a ocupar el máximo puesto en el combinado nacional. La especial sensibilidad a la hora de tratar a los deportistas juega un papel relevante. "La psicología es muy importante. Intentar controlar la ansiedad de los halteras es vital en la competición. Ese respeto entre el atleta y el entrenador es necesario", detalla Tejero, que aportará su sabiduría como seleccionador ayudante en los equipos masculino y femenino.

 

La culminación a una obra personal en la que ha habido artistas invitados que han enriquecido el producto. Cuando Daniel Tejero se presentó en 1979 en un curso de captación de talentos en el Colegio de La Jota, Ignacio Almau se dio cuenta enseguida de que ese adolescente de 14 años era especial. "Era un chico muy espabilado y predispuesto a aprender rapidísimo. Tenía cualidades físicas: era muy rápido y con una coordinación excelente. Luego, poco a poco, le fuimos poniendo la fuerza. Entonces, las marcas admiraban. Que un hombre en Helios pudiese hacer 185 kilos a dos tiempos pesando 75 kilos era una proeza", recuerda, orgulloso, el profesor. Con 17 años ya alcanzó el oro en el Nacional juvenil.

 

A partir de ahí, su pasión le abrió las puertas de la Residencia Blume de Madrid, que lo convirtió en uno de los mejores deportistas de la historia: recordman de España juvenil, júnior y absoluto, seis títulos nacionales absolutos, más de cien récords de Aragón, medalla de bronce en los Juegos del Mediterráneo, campeón de la Unión Europea, miembro del equipo nacional durante once años, 42 veces internacional (7º en el Europeo de Cardiff; 13º en el Mundial de Signano Sabiadoro en Italia), preolímpico en Séul 88 y Barcelona 92? Siempre defendiendo los colores del C.N. Helios, club que le tiene por uno de sus hijos más queridos y lo ha premiado como su mejor deportista.

 

Sus mentores -Almau, Yukov, González Vadillo?- le criaron en las bases técnicas y teóricas que le han llevado a dar el mayúsculo salto a la selección. También a saber recuperarse de los palos que da la competición, cuando se pierde la ilusión en el momento culminante de la carrera. El destino anunciaba que Tejero estaría en los Juegos de Seúl, pero no tuvo la oportunidad de levantar la barra. Un día antes de coger el avión para Corea se truncó su sueño irremediablemente en un entrenamiento, al lesionarse en una rodilla.

 

Ahora, Daniel Tejero se convierte en el tercer entrenador aragonés de halterofilia que va a un campeonato internacional. "Es uno de los cinco mejores técnicos del país. Un investigador nato, especialmente en el desarrollo de la fuerza en otros deportes", asegura, rotundo, Ignacio Almau, poseedor de la medalla de la Federación Europea de Halterofilia por su labor en pro de este deporte. "La esencia de la vida te la da el equilibrio", le contesta su pupilo, que retorna a Corea del Sur por la puerta grande. "Una mano invisible me dice que, si sigo por este camino, quién sabe si podré culminar el deseo de entonces con otros Juegos, en Londres, como seleccionador", ambiciona el preparador, que vuelve a hacer historia.