FIESTA PATRONAL DE LOS SASTRES

La elegancia se da un merecido homenaje

El colectivo de sastres de Zaragoza celebró su patrón, San Homobono, con una misa solemne y una visita a Cariñena

Los sastres celebraron ayer con una misa su fiesta patronal
La elegancia se da un merecido homenaje
A. NAVARRO

Fue, sin duda, una de las celebraciones más elegantes del año. Y no era para menos. El gremio de los sastres de la capital aragonesa conmemoró ayer el 377 aniversario -¡ahí es nada!- de la fundación de la Hermandad de San Homobono, patrono de este colectivo. Más de tres siglos trabajando por mantener el buen gusto en el vestir de los zaragozanos.


Los actos programados comenzaron a las 10.30 con una misa solemne en la iglesia parroquial de San Felipe, oficiada por Juan Antonio García, donde se recordó a los fallecidos este último año, Manuel Bosque, José Herrer y Luis Arrue. Tras la adoración de la Reliquia del Santo, se impuso la medalla a los nuevos hermanos, Antonio Herrer y Luis Arrue, que recogían el testigo de sus padres.


La celebración, que contó con más de 70 invitados, se trasladó entonces a las Bodegas Añadas de Cariñena, donde se visitaron las instalaciones y se homenajeó a los hermanos Javier Mur y Raimundo Entrena, para degustar posteriormente un almuerzo a cargo del restaurante La Bastilla. Fue momento entonces de las tertulias para comentar la situación del sector, que no pasa por sus mejores momentos, como reconoció el Hermano Mayor, Fernando Gimeno Orta.

“Hoy en día luchamos contra los precios de venta de algunos trajes, por llamarlos de alguna manera, que nos están haciendo daño”, explicó. Sin embargo, se mostró optimista y auguró un cambio en los próximos años.

La jornada concluyó con un nutrido sorteo de regalos entre los presentes, que puso la guinda a una jornada de celebración.