NATURALEZA

La edad del deshielo... y del hielo

Mientras el Ártico se derrite, en el Antártico está aumentando la extensión del hielo marino. Por vez primera, investigadores del clima y de las aguas polares de la Tierra han dado una explicación a esta paradoja.

La edad del deshielo... y del hielo
La edad del deshielo... y del hielo
EFE

Hace ya mucho tiempo que el clima está sufriendo una transformación global. Ya se han perdido miles de kilómetros de costas, muchos pobladores han tenido que emigrar, ya sea por inundaciones o sequías extremas, y este fenómeno que parece no tener fin ha llegado a todos los ecosistemas. El Polo Sur y el Polo Norte no están ajenos a esta realidad, y sus superficies están cambiando de forma considerable. Pero aunque el clima sea ahora más cálido, lo cierto es que en algunas zonas de la Antártida se está registrando un aumento de la cantidad de hielo marino. ¿A qué es debida esta paradoja?

Conocido como el continente blanco, la Antártida cuenta con más de 14 millones de kilómetros cuadrados de superficie. Es la región más fría y seca del planeta, expuesta a vientos fuertes y rodeada de los mares más tormentosos. El cambio climático le ha afectado de una forma peculiar ya que, "mientras que el hielo en el Ártico disminuye, la extensión de éste en el Antártico ha aumentado ligeramente", señalan investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia.

La temperatura observada en el fondo del océano muestra una tendencia al calentamiento. Esto, unido a la subida de las temperaturas por el calentamiento del planeta, ha ocasionado un cambio en el ciclo hidrológico atmosférico que se traduce en un aumento del hielo marino en la Antártida durante las tres últimas décadas, exactamente de 270.000 kilómetros cuadrados, casi el 2% de su extensión, equivalente a más de la mitad del territorio español.

"No es tan paradójico en el sentido de que, al haberse producido un aumento general de las temperaturas y un ligero incremento de la temperatura del mar, en la atmósfera hay más humedad y, por tanto, más precipitaciones en forma de nieve", asegura Joan Grimalt, profesor de Investigación del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas).

Los investigadores de Georgia han concluido que estas crecientes precipitaciones en forma de nieve estabilizan la zona superior de las zonas congeladas y las aíslan.

Además, explican que la nieve tiende a reflectar el calor y eso ayuda a evitar el deshielo.

Pero ¿por qué este hielo aumenta en el Antártico y no en el Ártico? "En la Antártida, la nieve cae encima de una masa continental enorme, mientras que en el Ártico, debajo de esa nieve no hay nada y, cuando se forma hielo, el agua del mar lo diluye", cuenta Grimalt. Además, "otra diferencia es que las temperaturas en la Antártida son un poco más frías que en el Ártico. El dedo más frío del planeta está en el continente antártico, y es el lugar preferente de acomodación de cualquier partícula de hielo", añade.

En cualquier caso, los expertos predicen que los gases de efecto invernadero seguirán aumentando durante el siglo XXI, con un consecuente incremento de la temperatura global, lo que dará lugar a un deshielo a un ritmo más rápido. Asimismo, señalan que "el calentamiento se traducirá en un menor nivel de nevadas, que será sustituido por lluvias, que no reflectarán el calor tal y como hace la nieve y provocarán el aumento de deshielo en el Antártico", según indican desde el Instituto Tecnológico de Georgia.

Crece el nivel del mar

El deshielo tendrá sus consecuencias. "En la medida en que se eleve la temperatura media de la Tierra, todos los problemas actuales aumentarán. Desde la época preindustrial, la temperatura ha crecido en 0,8 grados. El objetivo actual para ese crecimientio en una temperatura de 2 grados respecto de la era preindustrial", dice Grimalt. Aunque, tal y como asegura, "está por ver que esto se consiga, porque no se están tomando las medidas necesarias. Si se llega a los 2 grados, probablemente el nivel del mar habrá aumentado 2 metros, y algunos países, como Bangladesh, se verán obligados a desalojar. En España, las playas tendrán un retroceso importante, y afectará sobre todo al Delta del Ebro, a Doñana o a La Manga".

Según el informe actual del Panel Internacional sobre Cambio Climático, para 2100 se prevé un crecimiento del nivel del mar de entre 30 y 50 centímetros. "Predecir es casi imposible porque el nivel de funcionamiento del cambio climático en la Tierra no lo permite. De todas formas, los monzones, por ejemplo, siempre han existido, lo que ocurre es que, debido al cambio climático, puede aumentar su magnitud. La tendencia es que los fenómenos meteorológicos serán más fuertes, debido a la humedad en la atmósfera, que puede traducirse tanto en sequía como en lluvias", dice Grimalt.