El uso del software libre, es decir, aquel cuyos usuarios pueden utilizar, copiar, modificar y distribuir libremente una vez lo han adquirido, se ha incrementado en los últimos años debido a la crisis económica y a la posibilidad que ofrece a las empresas de controlar la tecnología que poseen.

El menor coste que supone el uso de estos programas informáticos respecto a los de pago y la negativa de muchas organizaciones a que las aplicaciones tecnológicas necesarias para su actividad sean configuradas y controladas exclusivamente por la empresa fabricante del producto han hecho que en los últimos cuatro años se haya incrementado su presencia en terrenos como el de los navegadores de Internet.

Así lo ha destacado hoy a Efe Debian Miriam Ruiz, miembro de la comunidad de desarrolladores de software y usuarios, quien ha pronunciado esta mañana la ponencia "Mujeres y software libre" en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC).

La charla ha estado encuadrada dentro del Encuentro Software Libre, Arte y Mujer, promovido por el MUSAC, y en el que diferentes expertas han debatido sobre temas como los derechos de autor de estos programas informáticos, el aprovechamiento de las nuevas tecnologías por parte del movimiento feminista y la utilización que han hecho las mujeres de estas herramientas para crear arte.

Desarrollado por entidades cuyo funcionamiento se asemeja más al de las de las asociaciones que al de las compañías tradicionales, la presencia del software libre también ha aumentado en campos como los servicios y aplicaciones web y las bases de datos, así como en los súper-ordenadores, que en un 95 por ciento de las unidades utilizan el sistema operativo Linux, ha afirmado Ruiz.

La coordinadora de este encuentro, Araceli Corbo, ha valorado las posibilidades que ofrece este tipo de software para realizar proyectos en red, pues es más fácil de adaptar a las necesidades del equipo de trabajo.

Asimismo, la capacidad que tiene de crear una comunidad alrededor suyo ocupada en mejorar su funcionamiento y solucionar los posibles problemas que presente es un aspecto que, según Corbo, le diferencia de programa informático de licencia tradicional.

A pesar del auge que ha tenido, Ruiz ha lamentado la escasa presencia de las mujeres en estas comunidades de desarrolladores, que se cifra en entre el dos y el cuatro por ciento, algo que "preocupa" a este sector.