TRÁFICO

La cifra de muertos en carretera registró un descenso del 20% en 2008

Un total de 2.182 personas se dejaron la vida en accidentes, 560 menos que el año anterior, lo que representa un bajón histórico.

El drama de la siniestralidad en las carreteras dejó un dato positivo en 2008. El número de víctimas descendió en 560 y dejó el registro final en otro récord mínimo histórico (2.182). Esta cifra supone un retroceso del 20,4% con respecto al ejercicio anterior, la mayor bajada porcentual de la historia, y confirma una tendencia descendente iniciada hace cinco años, según los datos provisionales ofrecidos por la Dirección General de Tráfico (DGT). Una pauta indicadora de que las medidas tomadas por parte del Ejecutivo (el carné por puntos y más dureza contra los infractores) y una mayor concienciación de los ciudadanos han hecho posible que la caída haya sido mayor.


Las carreteras han registrado 1.329 muertes menos desde 2004. Esta merma comenzó de forma brusca hace cuatro años (12,9%), se moderó en 2005 (5,1%) y creció y se mantuvo en los dos pasados ejercicios (9,5% y 9,1%). Todo ello hasta el bum del año recién terminado.


Los meses más trágicos de 2008 fueron julio y agosto, con 231 y 260 muertos, respectivamente. Fueron los únicos periodos en los que la cifra de finados superó los dos centenares. En el otro lado de la balanza se situó septiembre. La vuelta de las vacaciones fue positiva por dos motivos. Por una parte, fue el mes del año en que menos muertos se registraron (150); por otro lado, protagonizó la bajada mensual más espectacular (115 menos con respecto al año anterior).


Esas 560 personas que no murieron en las carreteras hacen que 2008 sea el segundo año con un mayor descenso neto de la historia. El líder de la clasificación es 1994, cuando se logró que murieran 627 personas menos que en 1993. Entonces, se consideró un récord acabar el año con 4.260 muertos, casi dos mil más que en la actualidad.

La crisis


Una mayor dureza de las sanciones gracias a la reforma del Código Penal y la implantación (y concienciación) del carné de conducir por puntos han sido claves para lograr otra cifra récord de fallecidos. Por otra parte, es una incógnita la incidencia de la crisis económica en el comportamiento de los conductores durante el pasado año. Por un lado, provocó que descendiera el número de desplazamientos durante el primer trimestre del año por culpa del precio del petróleo. Marcó su máxima el 11 de julio al llegar a los 147 dólares el barril, tras subir de forma constante durante la primera parte de 2008. Sin embargo, y a pesar que en un principio se pensó que el número de accidentes bajaría, la situación de los bolsillos ha repercutido psicológicamente.


El director de la DGT, Pere Navarro, alertó durante unas jornadas en Logroño que el estrés y la angustia creadas por la crisis pueden alterar a los conductores. Una aseveración que contó con el respaldo del informe anual de Attitudes -la iniciativa social de Audi-, que afirmaba que el 76,9% de los conductores están estresados, lo que repercute en la preparación para encarar un largo viaje o realizar los desplazamientos diarios.


El estrés aumenta los niveles de hostilidad y agresividad y dispara la impaciencia, lo que se traduce en una conducción más rápida y en una tendencia a saltarse las señales de tráfico. Además del estrés, los conductores padecen problemas de depresión (21,9%) y estados de ansiedad (11,2%).


A pesar de estos buenos datos, hay que señalar que casi seis personas mueren al día por culpa de las distracciones, la mala conducción o los excesos en las carreteras. Y que en la operación Navidad se han registrado ya 78 fallecidos en 67 accidentes, unos números similares a los la pasada campaña. La campaña especial de tráfico se cerrará en la madrugada del 7 de enero.