NUEVAS TECNOLOGÍAS

La arroba y el móvil, premios Príncipe de Asturias

Galardón de Investigación para los ingenieros de EE. UU. Cooper y Tomlinson, inventores del correo electrónico y el teléfono portátil.

La arroba y el móvil, premios Príncipe de Asturias
La arroba y el móvil, premios Príncipe de Asturias
HA

Los investigadores Martin Cooper (Chicago, Illinois, EE. UU., 1928) y Raymond Samuel Tomlinson (Amsterdam, Nueva York, EE. UU., 1941), han obtenido el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2009, concedido ayer en Oviedo por un jurado que les considera "los padres del teléfono móvil y del correo electrónico, respectivamente". Según el fallo, "estos dos hallazgos se encuentran entre las más grandes innovaciones tecnológicas de nuestro tiempo, revolucionando la manera de comunicarse de miles de millones de personas en todo el mundo, y contribuyendo de manera decisiva al avance del conocimiento". Además, destaca su carácter de "instrumentos clave" para el logro de los 'Objetivos del Milenio' de Naciones Unidas.

 

El jurado subraya que el impacto social de ambas herramientas tecnológicas "queda reflejado en los más de cuatro mil millones de usuarios de telefonía móvil y en los mil quinientos millones de correo electrónico y de otros servicios de Internet. Todo ello representa una importante ayuda a los países en vías de desarrollo, para los que supone una fuente de igualdad y de oportunidades, acercándolos a servicios básicos, como la sanidad y la educación".

 

Señala el jurado que quiere "reconocer el esfuerzo y la labor de aquellas personas que han contribuido al impulso y desarrollo de la telefonía móvil y de los servicios de correo electrónico, formas de comunicación que dan lugar a un mundo conectado, sin barreras geográficas y temporales".

Todo un símbolo

Martin Cooper inventó en 1973 el primer teléfono portátil y supervisó los diez años de trabajo necesarios para llevarlo al mercado. Durante casi tres décadas trabajó en la empresa Motorola y, tras abandonarla cofundó 'Cellular Bussines Systems', que pronto dominó el mercado de la telefonía móvil. Raymond S. Tomlinson desarrolló en 1971 la primera aplicación de correo electrónico para enviar mensajes entre ordenadores y eligió el símbolo de la arroba (@) para distinguir los correos locales de los globales en la dirección del mensaje. Ese símbolo, acabaría convirtiéndose en el icono digital universal que hoy conocemos. La candidatura conjunta había sido propuesta por Vinton Cerf, uno de los 'padres de Internet' galardonados con este mismo Premio en 2002.

 

El príncipe Felipe envió sendos telegramas de felicitación a los premiados, como presidente de honor de la Fundación Príncipe de Asturias y también en nombre de la princesa Letizia, y destacó de los galardonados su "extraordinaria contribución al desarrollo tecnológico de las comunicaciones".

 

Desde el jurado, Eduard Punset dijo que los dos galardonados han de ser "un modelo a seguir" en España, ya que han desarrollado su carrera vinculando el mundo científico y el sector industrial, algo que en nuestro país no se hace. Ironizó afirmando que "en Estados Unidos hay científicos amigos que dicen que tienen miedo por ver quién va a controlar el poder que supone la unión de científicos e industriales. Yo siempre les digo que vengan a España si quieren perder ese miedo, porque esto es un páramo, un desierto".