LUIS MILLA, EX FUTBOLISTA

"No he jugado en el Zaragoza, pero me siento aragonés"

Luis Milla asciende las escaleras del Hotel Boston
"No he jugado en el Zaragoza, pero me siento aragonés"
TONI GALÁN / A PHOTO AGENCY

Cuando se habla del fútbol de élite, se suele citar el carácter egoísta, la carencia de valores solidarios de los futbolistas.

No conviene generalizar. He acudido a la entrega de premios de la Fundación Deporte y Trasplante Carlos Sanz en representación de la Federación Española de Fútbol. Soy seleccionador nacional de categorías inferiores. No podía venir Ángel Villar y vengo en su lugar, pues él tenía un interés muy alto en asistir.

 

¿Y usted?

También. Conozco a Carlos Sanz. Todo lo que ha sufrido.

Le han trasplantado cuatro hígados, y ahí sigue, dando guerra.

Es admirable. Unir la superación al deporte me parece una idea extraordinaria.

 

Le he visto abrazarse efusivamente con Nayim.

Es un tipo sensacional. Coincidí con él en la cantera del Barça.

Y ahora, de oficio resucitador: segundo entrenador del Zaragoza.

También he hablado con Gay. Se les ve con ilusión. Eso es lo principal para lograr el objetivo. Confío y deseo que lo logren, que el Zaragoza se salve.

 

La cosa no pinta demasiado bien.

Cuando te metes abajo, no es sencillo invertir la tendencia. Le pasó algo parecido hace dos años. Cuando me enfrenté al Zaragoza como segundo entrenador de Michael Laudrup, en el Getafe, se advertían sensaciones extrañas. Era un equipo con grandes jugadores, pero no rendían. Les faltaba confianza y lo pagaron caro.

 

Curiosamente, Milla, uno de los mejores jugadores que ha dado Aragón, jamás jugó en el Real Zaragoza.

El fútbol me llevó por otros caminos. No he jugado en el Zaragoza, pero me siento aragonés, de Teruel. Jugaba en el Teruel en Regional Preferente. El Barcelona me vio jugar. Apenas tenía 17 años. De buenas a primeras, me encontré en Barcelona.

 

Cuajó en un club donde la exigencia es máxima.

Me siento afortunado por haber caído allí. La forma de entender el fútbol del Barça, el buen trato del balón, me ayudó mucho. Además, me dieron la oportunidad de acceder a la élite.

 

Luego, se atrevió a cruzar el 'telón de acero'.

Pasar del Barça al Madrid, dos sensibilidades tan marcadas, no resulta sencillo. Luego, también jugué en el Valencia.

 

¿Con qué club se siente más identificado?

De todos guardo un recuerdo muy grato. En Barcelona me hice como jugador y como persona. El Madrid es una entidad fantástica, y en Valencia he vivido 12 años.

 

De todo el extraordinario elenco de entrenadores que lo han dirigido, ¿cuál es el que más profunda huella le ha dejado?

Pregunta complicada.

 

En todo caso, complicada será la respuesta.

Respuesta complicada, entonces. Me han entrenado muy buenos entrenadores: Cruyff, Valdano, Ranieri, Floro?

 

Ahora marca la pauta Guardiola, el futbolista que ocupó su hueco en el Barça.

Conocí a Guardiola siendo un crío. También, de rival, y en el curso de entrenadores. Lo vive, le apasiona el fútbol. No me sorprende su trayectoria, sus grandes éxitos. Además, conoce Barcelona, el entorno del club, la sociedad catalana. Y eso también es muy importante en el mundo del fútbol.