TOROS

José Tomás llama a la puerta de la muerte

El torero sufrió una cornada de 15 centímetros en Aguascalientes (México) que le afectó la femoral.Está estable, dentro de la gravedad, y su vida no corre peligro.

Momento de la grave cogida que sufrió José Tomás en la madrugada de ayer, hora española, en Aguascalientes.
José Tomás llama a la puerta de la muerte
JUAN MANUEL ROBLEDO/AFP

José Tomás se encuentra "sedado, con ventilación y estable dentro de la gravedad" después de recibir una cornada en la plaza mexicana de Aguascalientes. Los médicos tardaron más de tres horas en arreglar la herida de quince centímetros en el muslo izquierdo, con una trayectoria hacia arriba y hacia atrás que lesionó las venas femorales, superficiales y profunda y la ilíaca.

El doctor Alfredo Ruiz, del hospital Hidalgo de Aguascalientes, explicó que habrá que esperar 72 horas para ver la evolución del matador. Agregó que la juventud y el buen estado de forma de Tomás hace que el equipo de médicos (formado por una decena de especialistas) sea optimista en cuanto a su recuperación.

El diestro de Galapagar volvía a México, un país que le admira y donde se siente muy cómodo. Además, toreaba en una plaza, la Monumental de Aguascalientes, y una feria, la de San Marcos, con mucho significado para él. Allí empezó a despuntar como novillero y fue el coso en el que fue corneado por primera vez.

Después, esta plaza se convirtió en una fija en sus giras americanas. Tanto le gusta esta tierra que incluso se compró un rancho en el estado de Aguascalientes. El sábado compartía cartel con los mexicanos Rafael Ortega y Octavio García 'El Payo'. Joaquín Sabina y el actor Diego Luna estaban entre los espectadores.

La corrida, con toros de Pepe Garfías, transcurría con normalidad. Tomás había cortado una oreja a su primer astado, 'Vinatero'; sus compañeros no habían tenido suerte por la mansedumbre de los toros. El segundo de su lote, 'Navegante', se presentó complicado. Avisó con dos extraños al torero, pero no se amedrentó. A la tercera, el morlaco lo enganchó y le produjo la grave cornada.

Enseguida, el propio matador y sus subalternos se dieron cuenta de la gravedad de la herida. El maestro perdía mucha sangre y su subalterno Diego Martínez no dudó en meter la mano en la herida para taponar la hemorragia. La megafonía de la plaza pidió a los espectadores que donaran sangre. Los doctores decidieron hacer una primera intervención en la misma plaza, para taponar las heridas. En todo momento, el matador estuvo despierto y tranquilo, a pesar de conocer la trascendencia de sus heridas. Después fue trasladado al hospital Hidalgo, donde los galenos terminaron la operación, tras lo que quedó ingresado en la UCI.

El médico Carlos Hernández explicó que había sido la cornada más grave que había visto en Aguascalientes. Su apoderado, Salvador Boix, señaló que el diestro pasó momentos "muy críticos" en los que se temió por su vida, pero que ya se encuentra "estable" a la espera de su evolución.