DIARIO DE UNA ESPERANZA

José Carlos sale del hospital

José Carlos Galera, el niño zaragozano que está siendo tratado de una rara enfermedad en Minneápolis, salió el viernes del hospital, al que sigue acudiendo a diario. Su estado de salud es bueno.

José Carlos Galera, con sus padres y su hermana Silvia, ayer, ante la residencia Ronald McDonald, tras abandonar el hospital
José Carlos sale del hospital
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Lunes, 5 de enero de 2009. Nueve de la mañana (Casi siete horas menos que en España). El día ha amanecido gélido en Minneápolis. Como siempre. El termómetro marca veinte bajo cero y, para mañana, se espera incluso una bajada mayor de las temperaturas. A las 16.00 será ya de noche en la capital del estado de Minnesota. El invierno aquí es muy duro.


El frío exterior contrasta, sin embargo, con el cálido ambiente que se respira en la Ronald Mc Donald, la residencia donde nos alojamos desde la llegada a Estados Unidos. José Carlos está encantado intentando despertar a su tía Teresa y su hermana Silvia que han venido de Zaragoza para pasar unos días de vacaciones con nosotros.


Los médicos le dieron el alta hospitalaria a José Carlos el pasado viernes. En caso de cualquier complicación, nos han advertido, no obstante, que volverá a ser ingresado inmediatamente. No hay motivos para echar las campanas al vuelo, pero las cosas van, por ahora, bien. Esta mañana nos hemos dado cuenta de que a José Carlos le ha bajado un poco la inflamación de la cara. Poco a poco va ingiriendo ya algo de comida. Su estado de ánimo, además, es bueno.


A partir de las 10.00 pasaremos al hospital donde acudimos cada día para las revisiones médicas. En principio, está previsto que le hagan un análisis de sangre y nos den los resultados de la última resonancia que le hicieron hace unos días. Llevamos 33 días de tratamiento cuando en el mejor de los casos nos dijeron a priori que hasta el 37 ó 40 no nos iban a dar el alta. Así que estamos moderadamente contentos y pendientes de una prueba que le harán a lo largo de esta semana para conocer cómo está funcionando su médula después del trasplante. El hospital, que se encuentra a tan solo 300 metros de distancia de la residencia, dispone de un servicio de transporte personalizado de puerta a puerta.


La vida en la Ronald sigue adelante. Estados Unidos es un país donde el gobierno no te ayuda a nada, pero, por el contrario, hay muchas cosas que las gestiona directamente gente voluntaria. Es el caso de esta residencia donde cada día acude una cuadrilla de personas, algunas incluso muy jóvenes, a preparar la cena para los residentes o realizar tareas de limpieza. El trato que recibimos las cerca de 50 familias que estamos aquí es excelente. En la vivienda tenemos dos camas de matrimonio y dos literas, así que cabemos perfectamente hasta seis personas. Y todo por 15 euros diarios.


La comunidad de españoles que viven en la ciudad de Minneápolis ha organizado para el próximo sábado una fiesta de Reyes, con roscón incluido. Evidentemente, José Carlos no podrá asistir, pero sí lo hará su hermana Silvia.