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Jorge Peleato: "Lo único bueno del paro es que he ganado tiempo para estar con mi hijo"

Jorge Peleato: "Lo único bueno del paro es que he ganado tiempo para estar con mi hijo"
Jorge Peleato: "Lo único bueno del paro es que he ganado tiempo para estar con mi hijo"
CARLOS MONCÍN

Cada mañana, Jorge Peleato se levanta, prepara el desayuno para su hijo de tres años, le viste y le lleva a la guardería, en María de Huerva. Su mujer es auxiliar de enfermería y trabaja en una residencia de ancianos. Después, Jorge vuelve a casa, recoge, limpia y se sienta en el ordenador a buscar ofertas de empleo. A las tres va a buscar a su hijo, después viene su mujer, comen y la tarde es para jugar con el pequeño.


"Lo único bueno del paro es que he ganado tiempo para estar con mi hijo", asegura Jorge Peleato Val, de 36 años, en paro desde el pasado mes de diciembre. "Cuando nació el chico, el primer año y medio yo trabajaba más de 12 horas en un taller de metal y no lo veía", cuenta. A mediados de 2008, el taller cerró y se fue al paro. "Nos deben dinero a los trabajadores. Tenemos un juicio ganado, pero no sabemos cuándo cobraremos". Tras unos meses en el paro, se apuntó a un curso de jardinería del Ayuntamiento de Zaragoza. En junio de 2009 le contrató el Ayuntamiento de María de Huerva como jardinero.


Parecía que la suerte le sonreía, pero se cruzó una esquirla el 1 de septiembre de 2009. "Estaba limpiando hierbas y una esquirla de la azada saltó y se me incrustó en la retina. Me afectó a la mácula, que es la parte más delicada del ojo, y he perdido el 95% de visión. Médicamente no hay solución. Hace poco leí que le ha ocurrido lo mismo a un jugador del CAI Voleibol Teruel, José Torres, por un pelotazo. Cuando terminó mi contrato, el 3 de noviembre, yo estaba de baja y no me renovaron. Me siento muy decepcionado por la falta de ayudas. Renovaron a todos mis compañeros e incluso contrataron a tres jardineros más", cuenta.


Jorge está tramitando ahora una incapacidad parcial, que le servirá para recibir una pequeña ayuda económica, en un pago único. "Los médicos me han dicho que puedo realizar cualquier trabajo, también jardinería, que es lo que estaba haciendo. No me veo soldando ocho horas con un solo ojo. Salvo el sector del metal, puedo hacer lo que sea. Pese a la pérdida de visión, llevo una vida normal. Yo quiero trabajar", afirma decidido. Cuenta que el accidente fue "un palo muy gordo", pero hay que seguir adelante. "Si no tuviéramos al crío, estaríamos hundidos. Tener un hijo te anima, te da fuerzas para seguir luchando", asegura.


Jorge está tranquilo porque tiene paro hasta octubre. Mientras, ejerce de amo de casa y busca trabajo. "Estoy en el Inaem, echo currículums, miro Internet, leo el periódico", como todo el mundo. Te apuntas a una oferta de Infojobs y hay 500 más. También he hecho un par de cursos a distancia de celador, pero ahora no sale nada. Tengo esperanza de que en el tema de la jardinería salgan cosas en primavera y verano", comenta.


Esta situación es nueva para él. Jorge empezó a trabajar a los 15 años y no había parado. "He trabajado de todo: en supermercados, de jardinero, en una fábrica de galletas, en un almacén de productos agrícolas y diez años de ferrallista", resume su currículum. En 2002 se trasladaron de Huesca a Zaragoza y en 2003 compraron vivienda en María de Huerva.


"Sé que por mi problema en el ojo voy a tener que demostrar siempre más que cualquier otro trabajador, es normal. Tengo 36 años y un hijo de tres, no me puedo quedar llorando, hay que tirar para adelante", subraya.