LOS LUNES AL SOL

"Hay muchos extranjeros como yo: con carrera, en el paro y con ganas de trabajar"

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Alina Manuela Sasu, en paro desde julio de 2009.
"Hay muchos extranjeros como yo: con carrera, en el paro y con ganas de trabajar"
OLIVER DUCH

Alina Manuela Sasu, de 35 años, dejó a su familia y su puesto de funcionaria en Rumanía por amor. Vino a Zaragoza en agosto de 2007. "Yo vivía en la ciudad de Craiova y conocí a mi marido en 2004, él estaba en Rumanía de vacaciones. Después mantuvimos la relación a distancia hasta que me convenció para venir a Zaragoza. Me costó tres años pensármelo. Ha merecido la pena, aunque ahora no tenga trabajo", afirma esta joven, licenciada en Económicas y Derecho, y con un máster en Gestión y Dirección Bancaria (que hizo en Zaragoza).

Alina estudió primero Derecho en la Universidad de Craoiva. Su primer trabajo fue como vendedora en una tienda de ropa. Después estudió una segunda carrera, Económicas, mientras trabajaba en una compañía de seguros. Al terminar, se presentó a unas oposiciones y sacó una plaza de funcionaria en el Ministerio de Educación. Su vida seguía un camino recto hasta que conoció al que hoy es su marido. Tres años después dejó a su familia y un cómodo puesto de auxiliar administrativa y aterrizó en Zaragoza.

"Me gusta la ciudad y me he adaptado muy bien. Aquí me siento como en casa, aunque eche un poco de menos a mi familia, que está en Rumanía", afirma. Alina sabía algo de español cuando llegó, porque en su país veía las telenovelas en español. Aquí, se matriculó en la Escuela de Idiomas de Zaragoza y ahora domina el castellano perfectamente.

Su primer trabajo en Zaragoza fue en la Expo. "Trabajé cuatro meses, fue una experiencia muy interesante. Mi tarea era dar servicio técnico a los países participantes", cuenta. Y al día siguiente de que terminara la Exposición Internacional, volvió a estudiar. "En septiembre de 2008 empecé un máster de Gestión y Dirección Bancaria. Fueron diez meses de estudiar y trabajar a la vez. Por las mañanas, hacía prácticas en un banco y por las tardes, tenía clases. Fue duro, pero si tienes ganas, se lleva bien", reflexiona.

Alina terminó sus prácticas en julio de 2009 y desde entonces está buscando empleo. "Solo me han salido cosas esporádicas como traductora, en el juzgado o con la Policía. Me llaman días sueltos, pero no gano mucho dinero, unos 60 euros de media al mes", cuenta. "No cobro ninguna prestación por desempleo, vivimos con el sueldo módico de mi marido", señala.

Alina no cree que el hecho de ser extranjera afecte a su situación actual. Defiende que Zaragoza es una ciudad muy acogedora con la gente de fuera. "Nunca me sentí señalada o marginada por ser extranjera. No me considero una persona especial. Soy una persona más en el paro que busca trabajo", afirma. Hay que desmontar el tópico de la escasa formación de los extranjeros. Hay muchos como yo: con carrera, experiencia y ganas de trabajar", añade.

"Teniendo en cuenta la situación económica actual, sí esperaba que fuera difícil encontrar trabajo, pero confío que esta situación no dure mucho. Soy optimista en la vida", apunta. Mientras, como una más, busca ofertas en Internet y en las páginas de los periódicos. Y está estudiando para convalidar su título de Derecho. Tiene cuatro años para prepararse nueve exámenes muy duros.

"Busco un trabajo de lo que sea, cualquier trabajo es digno. Puede ser aquí o fuera de Zaragoza. Nunca sabes dónde te llevará la vida", afirma esta rumana optimista.