Ana Alcutén lleva un año y medio en el paro. Tiene 24 años y vive sola en su piso de Zaragoza. Ahora mismo busca trabajo "de cualquier cosa" y "sin una preferencia clara". Estudió elaboración de vinos en Cariñena, pero no ha conseguido dedicarse a ello. Asegura que "hay mucha gente con carrera y muy bien preparada pero muy pocas bodegas, y en algunas no cogen a nadie".

Ha buscado trabajo en muchos sitios. Dice sentirse mal porque "a los que hemos estudiado un ciclo de grado medio no nos dan ninguna facilidad para encontrar nada", sin embargo "se nos exigen muchas cosas en el currículum, piden que tengamos un buen expediente, pero no nos dan la oportunidad de demostrar si valemos o no".

Afirma, molesta, que "el que vale para algo, vale, independientemente del expediente que tenga. No todos podemos presentar en el currículum quince años de experiencia en un trabajo, menos a esta edad, pero sí podemos tener la capacidad suficiente para realizar bien ese trabajo".

Varios trabajos

Ha pasado por varios trabajos, ninguno relacionado con la enología. Estuvo durante un mes en 2006 de reponedora en el Carrefour, sustituyendo una baja de otro trabajador. Al terminar la sustitución, no tuvo opción de quedarse. Poco después, empezó en la pastelería Manuel Segura de Zaragoza, alternando su labor en las dos que hay en la ciudad (en el Actur y cerca del hotel Boston). Fue su trabajo más duradero, pues permaneció en él durante un año y medio. "Llegué a estar fija, pero solo trabajaba media jornada. Pedí más horas pero me dijeron que era imposible. Yo las necesitaba porque vivo sola, pero no me las dieron y me fui a buscar otro empleo".

Después de la pastelería trabajó durante medio mes en la tienda de ropa C&A, en el almacén. Pero no le hicieron un contrato más largo. Por último, su último trabajo lo consiguió en la pastelería Obrador, durante tres meses "pero bajó la producción y tuvieron que reducir la plantilla".

Desde entonces, ha mandado su currículum a numerosas empresas, pero no ha conseguido nada más que el típico "ya te llamaremos". Afirma que antes le resultaba fácil que le contrataran entre un empleo y otro. "La primera vez tardé un mes, luego dos, luego seis y ahora llevo año y medio de búsqueda".

En este tiempo ha realizado cursos de formación impartidos por el INAEM. "He hecho cursillos de auxiliar de laboratorio, tratamiento de imágenes con Photosop y de ayuda a personas con dependencia". A pesar de haber estudiado sobre todas esas cosas, no ha encontrado trabajo sobre esos temas.

Quiere mejorar su formación

Ana tiene la intención de mejorar su expediente con más cursos, pero ahora no le resulta fácil, porque asegura que, así como antes le era sencillo ser elegida para cursar uno, las cosas no son tan fáciles últimamente. "Voy solicitando más cursos, pero también lo hace muchísima gente y es difícil que te llamen". Además, el nivel es muy exigente. "Piden tener nivel para todo".

Señala que los jóvenes no reciben ayudas suficientes para encontrar trabajo. "Todo son exigencias, pero podrían ayudarnos más", afirma, esperando encontrar algo pronto.