IGLESIA

El Vaticano sigue sin reconciliarse con Galileo

El Vaticano renunció este jueves a colocar en sus jardines una estatua del célebre científico italiano Galileo Galilei, condenado en 1633 por el Santo Oficio por sostener la teoría de que el Sol es el centro del universo, y no la Tierra. Hubo que esperar 350 años, hasta 1992, para que fuese rehabilitado por la Iglesia Católica.

Cuadro de Joseph-Nicolas Robert-Fleury con Galileo frente a la Inquisición
El Vaticano sigue sin reconciliarse con Galileo
HERALDO

El Vaticano renunció este jueves a colocar en sus jardines una estatua del célebre científico italiano Galileo Galilei, condenado por la Inquisición y rehabilitado en 1992 por la Iglesia católica, 350 años después de su muerte.


Las autoridades de la Santa Sede no aprobaron la idea lanzada en el 2008 por el Consejo Pontificio para la Cultura de instalar una estatua dentro del pequeño Estado del Vaticano para rendir homenaje al "padre de la astromonía" (1564-1642), condenado en 1633 por el Santo Oficio por sostener la teoría de que el Sol es el centro del universo, y no la Tierra.


"Efectivamente existía un proyecto de estatua, pero finalmente se decidió archivarlo", declaró el presidente de la entidad pontificia, monseñor Gianfraco Ravasi. "Los fondos servirán para financiar institutos que se dedican al estudio de la ciencia y la filosofía", comentó.


Pese a ello, el Vaticano participará en los festejos dedicados a Galileo Galilei con una serie de eventos, entre ellos una conferencia internacional que se celebrará en Florencia (Italia) del 26 al 30 de mayo. La iniciativa forma parte de los eventos organizados para 2009 por las Naciones Unidas con ocasión del Año Internacional de la Astronomía.


Una exposición dedicada al científico florentino con el lema "Galileo 2009. Labor y fascinación por las primeras observaciones con telescopios tras 400 años" figura entre los eventos patrocinados por la Santa Sede.


Para monseñor Ravasi los "tiempos están maduros" para un reconocimiento de la figura de Galileo, sobre todo después de que el Concilio Vaticano II (1962-1965) empezara su rehabilitación, confirmada en 1992 por el papa Juan Pablo II, quien admitió que el juicio del físico italiano había sido "un error".


"Fue un error haber querido impedir la legítima autonomía de la ciencia", reiteró Ravasi. El año de Galileo "representa una ocasión" para que la Iglesia analice ese error "según el contexto histórico y abra una reflexión sobre los resultados de la investigación científica y la fe cristiana", aseguró el prelado.


El 22 de junio de 1633, Galileo Galilei fue obligado a retractarse durante los interrogatorios bajo la amenaza de tortura y terminó por pronunciar la fórmula de abjuración que el Santo Oficio le había preparado. Su obra fue prohibida.