TOROS

El sector taurino diversifica su oferta para capear la crisis económica

Las ganaderías organizan tentaderos y festejos privados, con precios que van de 15 a 600 euros.

El sector taurino diversifica su oferta para capear la crisis económica
El sector taurino diversifica su oferta para capear la crisis económica
CARLOS MONCíN

En el año 2009, se celebraron en España 254 espectáculos taurinos, doscientos menos que en 2007. Una disminución que afecta, sobre todo, a las plazas de tercera categoría, (315 festejos en 2007 frente a 119 de 2009), que son la mayoría en esta región, a excepción de los cosos de Zaragoza, Huesca y Teruel.


En Aragón, las cifras no son tan pesimistas, y en el caso de los espectáculos taurinos, incluso se ha programado una cita más (de enero a junio). En los festejos taurinos populares (encierro y suelta de vaquillas, toro de soga, toro ensogado...) la diferencia es de 18 espectáculos menos.


Pero la crisis está ahí y los empresarios taurinos están ampliando la oferta con propuestas que van más allá de las corridas de toros o los encierros de vaquillas. Los tentaderos y capeas en fincas privadas se han convertido en una salida viable para las ganaderías de reses bravas. En Aragón, hay más de una docena de empresas que se encargan de organizar espectáculos para grupos, con precios que oscilan entre los 15 euros por persona (Paraje Los Palos, en Ejea de los Caballeros), a los 600 euros que cuesta una capea nocturna en grupo, en La pequeña Maestranza, en Calanda.


"Se han puesto muy de moda las visitas a las ganaderías, para ver cómo se cría el animal en el campo, comer al aire libre, participar en un tentadero o disfrutar de una capea nocturna", apunta Félix Ozcoz, de la finca Soto de la Barca, en Fuentes de Ebro. A su instalaciones (a partir de 50 euros por persona) llegan autobuses desde Navarra, Madrid o incluso Francia, sin olvidarse de los aficionados de Cataluña.


Polémica beneficiosa


La polémica de los toros en Cataluña es algo que está en boca de todos, pero lejos de ser algo negativo, ha servido para que se vuelva a hablar del mundo del toro mas allá de los aficionados. "La fiesta por sí sola tiene un peso específico que la convierte en algo inamovible, pero lo positivo de estos casos es que puedes reaccionar ante una situación injusta", señala Leandro, diestro vallisoletano, afincado en Calatayud, que este año, tiene confirmadas más de 25 corridas, con un caché que no ha desvelado.


Los que tampoco quieren hablar de honorarios y menos aún de rebajas en sus sueldos son las grandes figuras del toreo. "Hay ocho o diez nombres claves que se muestran reacios a reducir sus emolumentos a pesar de la crisis, aunque confiamos en que les entre un poco de sentido común. A ellos y a las grandes ganaderías, porque solo así se conseguirán carteles atractivos y la gente seguirá yendo a la plaza", indica Ignacio Zorita, empresario de la Misericordia.


En el ruedo zaragozano la crisis se está notando en los abonos de empresas, que han disminuido un 10% con respecto a otras temporadas. Pero lejos de reducir festejos, se mantienen los mismos 23 que en 2009. "Por contrato, no podemos modificar la oferta, aunque la solución para hacer frente a la crisis sería reducir festejos", aclara Zorita.


En otra plaza, la de Calatayud, este año se ha añadido un espectáculo nuevo, un Gran Prix que se celebrará el 19 de junio. Las corridas de este ruedo forman parte del bloque que se ve a través de Aragón Televisión. La cadena pública emite 8 o 9 al año en Aragón, además, de otras 5 o 6 que son concertadas con varias televisiones de la FORTA, "porque el precio es asequible", señalan desde la cadena, que, "por una cuestión de confidencialidad", no facilita el coste. Su audiencia en Aragón varía entre un 12 y un 15%. "Las retransmisiones no quitan espectadores, al revés, captan aficionados que en la tele ven casi todo, pero a la plaza solo van si el cartel es bueno", concluye Leandro.