CIENCIA

El robot humanoide más sofisticado del mundo 'afinará' sus destrezas en España

El ingenio será programado para atender a enfermos y discapacitados o llevar camillas.

El robot humanoide con apariencia humana más sofisticado del mundo, diseñado en Japón, 'afinará' sus destrezas en España, donde será programado por expertos del RoboticsLab de la Universidad Carlos III de Madrid para atender a enfermos y discapacitados o llevar camillas en los hospitales.


Sendos equipos de científicos, uno de España y otro de Japón, colaborarán estrechamente en el entrenamiento de este robot, denominado HRP2, y en el desarrollo del software que le permitirá realizar tareas múltiples: domésticas, sanitarias, asistenciales, sociales, espaciales o de vigilancia.


La ubicación en España de este robot, que no se comercializa fuera de Japón, es fruto de un ambicioso acuerdo ratificado por las autoridades españolas y niponas durante la reciente visita a aquel país de los Reyes de España y la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia.


El cuerpo de este robot con aspecto de hombre, de 1,60 metros de altura y unos 50 kilogramos de peso (con baterías incorporadas), va recubierto por una fina carcasa para ocultar su sofisticada maquinaria y está dotado de brazos, piernas, manos y cabeza, con un total de 32 grados de libertad, que es como técnicamente se llaman los distintos tipos de movimiento de sus articulaciones.


Está previsto que el robot llegue a España el próximo verano para empezar a funcionar en otoño de 2009, aunque habrá que esperar a 2010 para que HRP2 esté a pleno rendimiento, tal como avanzaron ayer la directora general de Cooperación Internacional del Ministerio de Ciencia e Innovación, Montserrat Torné, y el vicerrector de investigación de la Universidad Carlos III, Carlos Balaguer, durante una entrevista conjunta.


Las habilidades de este robot, que actualmente camina, ve en tres dimensiones y reconoce a las personas, le permitirán una colaboración activa con los humanos en entornos peligrosos, como en centrales nucleares y desastres naturales (por ejemplo, para restablecer las telecomunicaciones en lugares asolados poniendo en pie pequeñas antenas) e incluso en ámbitos espaciales para la construcción de viviendas en otros planetas.


Sus tres ordenadores incorporan múltiples sensores con cámaras estereoscópicas para garantizar la visión tridimensional, inclinómetros y giróscopos para garantizar un andar estable, láseres telémetros para medir distancias, y además sensores de fuerza y tacto en sus manos.


Asimismo, está dotado de sistemas de reconocimiento de voz para comprender órdenes en japonés e inglés, así como de micrófonos para detectar la procedencia del sonido.


Este robot, cuyos materiales de fabricación incluyen el aluminio ligero aeronáutico, aleaciones de magnesio, plásticos y polímeros ligeros y resistentes, reconoce físicamente a las personas, hacia las cuales se gira cuando le hablan y a quienes conoce visualmente, gracias a un sistema de grabación de patrones de caras.


Según los expertos, cada rostro tiene al menos 15 puntos característicos para diferenciarlo del resto, y este robot está capacitado para calcular la distancia entre muchos de ellos (por ejemplo, de los extremos de los ojos a la nariz, a los labios), lo que le permite reconocer a las personas.


La entidad científica japonesa con la que trabajarán los investigadores españoles es el Instituto de Investigación en Sistemas Inteligentes de la National Institute of Advanced Industrial Science and Technology, uno de los centros de investigación más importantes en el país nipón, en donde se trabaja intensamente con este robot humanoide, del que existen unas 15 unidades repartidas por universidades de Japón.