GASTRONOMÍA

El restaurante Bal d'Onsera consigue, por fin, una estrella Michelin para Zaragoza

El chef de este establecimiento, ubicado en el Tubo, practica una cocina basada en productos de la tierra.Los oscenses Lillas Pastia y Las Torres conservan su estrella.

El restaurante Bal d’Onsera, de Zaragoza, recibe una estrella en la Guía Michelin que sale hoy a la calle, convirtiéndose en el primer establecimiento zaragozano en obtener tal galardón en las últimas décadas. Ubicado en la calle Blasón Aragonés, 6, en pleno Tubo zaragozano, está regentado por el matrimonio formado por el cocinero aragonés Josechu Corella y la maître vasca Carmen Arregui. Además, mantienen su estrella los restaurantes de Huesca Lillas Pastia y Las Torres.


Josechu Corella expresó ayer su lógica satisfacción por la obtención de una calificación que, "aunque se anhela, nunca esperas que te la lleguen a conceder". El chef del establecimiento sabía que los inspectores de la guía debían seguirle la pista, pues le habían mandado el cuestionario en los dos últimos años. "Cuándo han estado no lo sé, pues este año, con la Expo, ha habido mucho movimiento de gente de fuera", comentó el cocinero, que empezó a trabajar a los 30 años en los fogones, sin pasar por ninguna escuela: "Lo mío fue una vocación tardía, sentía que podía hacer algo en esta profesión y me fui a trabajar a Madrid". Después, estuvo aprendiendo con los mejores cocineros del país. Hilario Arbelaitz, Martín Berasategui, Ferràn Adria, Juan Mari Arzak, Pedro Subijana, Sergi Arola y Fernando Abadía son algunos de los maestros de Corella, quien guarda un recuerdo especial del desaparecido cocinero oscense y de Arbelaitz, quien precisamente pierde una de las dos estrellas que poseía en el restaurante Zuberoa. 

 

Cocina joven aragonesa

 

El chef del Bal d’Onsera califica su oferta como "cocina joven aragonesa", basada en producto de calidad y de temporada. La borraja, por ejemplo, es algo que nunca falta en la carta del establecimiento, junto con otras verduras típicas del valle del Ebro, o con carnes como el ternasco. Su apuesta por lo aragonés se nota también en la carta de vinos, en la que aparecen como recomendados sendos caldos de Borja, Calatayud, Cariñena y Bajo Aragón.


Corella cree que la gastronomía zaragozana, y la aragonesa en general, está a muy buen nivel y que hay sitio para más restaurantes de esta tierra con estrella en la Guía Michelin. "Quizás nos falte un poco más de ambición y nos sobre algún complejo que otro", concluye el chef, quien espera que esta calificación le ayude a pasar mejor la crisis económica en la que estamos inmersos. Dado que es un restaurante con capacidad más bien reducida -entre 20 y 25 personas- recomienda a los clientes reservar mesa.


Además de este de Zaragoza, otros catorce restaurantes consiguen su primera estrella en la nueva guía. Una pérdida y un traslado, ambas en la categoría de ‘dos estrellas’, son otras novedades destacables de la edición 2009 de la Guía Michelin de España y Portugal, que mantiene a seis restaurantes con tres estrellas, a nueve españoles y un portugués con dos y a 115 españoles, nueve portugueses y uno andorrano con una estrella.


El que pierde su segunda estrella es el restaurante Zuberoa, de Hilario Arbelaitz, en Oyarzun (Guipúzcoa). En cuanto al ‘traslado’, se trata del cocinero catalán afincado en Madrid Sergi Arola. Arola había obtenido las dos estrellas en La Broche, que dejó para abrir, también en la capital de España, Sergi Arola Gastro, y se ha llevado con él las dos estrellas.