CIENCIA

El primer genoma sintético, de momento solo una enorme hazaña tecnológica

Investigadores españoles se muestran prudentes al valorar las posibilidades de que con este paso se pueda llegar a crear un organismo artificial dotado con vida propia.

La creación del primer genoma sintético es una enorme hazaña tecnológica y un paso incipiente en la consecución de nuevas formas de vida, pero la nueva molécula artificial carece aún de lo más importante: actividad biológica.


Así opinan los investigadores consultados sobre el hallazgo del equipo del Instituto Craig Venter en Rockville (Estados Unidos), que ha creado con elementos químicos el mayor genoma artificial completo de un ser vivo, el de la bacteria "Mycoplasma genitalium".


Según el catedrático de Genética de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Ramón Lacadena, el hallazgo supone un paso más en la creación de nuevas formas de vida en beneficio de la humanidad, pero también podría ser usado para crear armas biológicas.


La síntesis de ADN completo supone un paso más hacia la creación de vida artificial, pero todavía falta algo importante, que es lograr que la maquinaria de una célula con un genoma artificial pueda producir las proteínas necesarias para su supervivencia.


"Es como haber conseguido la información del disco duro para un ordenador, pero falta que éste funcione correctamente", añade este experto.


Un reto casi imposible


Para Lacadena, el hallazgo supondrá sobre todo aplicaciones en la industria biotecnológica para lograr nuevas vías terapéuticas, pero crear un organismo superior -como un mamífero- es algo que se antoja "más difícil de lograr, por no decir imposible", con los conocimientos actuales.


Para Luis Enjuanes, investigador del Centro Nacional de Biotecnología (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), se trata de una demostración de una gran tecnología para clonar un genoma muy grande (más de 500.000 pares de bases).


Conseguirlo desde un punto de vista técnico es difícil, pero no es la primera vez que, utilizando otras tecnologías, se había clonado el genoma de una bacteria de este tamaño, explica Enjuanes.


"Siendo un trabajo muy loable, han acabado con una molécula en la que aún no han podido demostrar actividad biológica", indica Enjuanes, para quien se trata de un proyecto "que está muy al principio, pero este grupo investigador se vende muy bien".


En esta misma línea, Marcelo Palacios, fundador de la Sociedad Internacional de Bioética, señala que falta mucho tiempo para avanzar en esta dirección, porque los organismos son más complejos que una bacteria.


César Nombela, ex presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), asegura que el hallazgo abre la posibilidad de recrear, en un año o dos, otros organismos y modificarlos para hacerlos más aptos para usos farmacológicos o energéticos, como por ejemplo para la producción de insulina, proteínas o hidrógeno.


Matiza que al experimento de Venter aún le falta introducir el material genético creado en una nueva célula en la que desplace su cromosoma para saber si funciona. Lo valora como un paso más en los trabajos de ingeniería genética que comenzaron en 1974, al permitir cambiar algún gen de organismos vivos.


El director general de la Fundación Genoma España, José Luis Jorcano, cree que este logro supone un paso relevante en el camino para desarrollar organismos que ayuden a combatir el efecto invernadero o para generar nuevos biocombustibles.


El ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, opina que la creación del primer genoma artificial supone "el nacimiento de la genómica sintética", que permitirá, en un futuro no muy lejano, fabricar nuevos fármacos y estrategias de biorremodelación, como limpiar de contaminantes el agua.


Para Soria, el hallazgo "ha mostrado cómo se pueden sintetizar en laboratorio secuencias muy largas de genes: emparejar 580.000 ladrillos con su compañero adecuado, lo cual es es técnicamente difícil y lo han conseguido. Quiere decir que podemos fabricar secuencias nucleótidos, que son los genes".