LA FISCALIA PIDE 29 AÑOS DE CÁRCEL

El presunto asesino de Palomino: "Le ataqué porque me vi acorralado"

"Soy español nada más, una persona a la que le gusta que gane la selección española", ha declarado el acusado en el juicio cuando la fiscal le ha preguntado si se considera "un patriota".

El soldado profesional Josué Estébanez, presunto asesino del menor antifascista Carlos Palomino, durante el juicio que ha comenzado en la Audiencia Provincial de Madrid
El presunto asesino de Palomino: "Le ataqué porque me vi acorralado"
J. L. PINO. Efe

El presunto asesinato del menor antifascista Carlos Palomino, soldado profesional Josué Estébanez, ha asegurado en la primera sesión del juicio que se sigue contra él en la Audiencia Provincial de Madrid que apuñaló al joven porque le "entró miedo" al verse acorralado.


El acusado, para quien la Fiscalía pide 29 años de cárcel, ha dicho que al ver que desde el andén de la estación del Metro de Legazpi un grupo de "punkis y gente rapada" le señalaba gritando "a por ése" y le amenazaba de muerte, sacó una navaja, que según ha declarado llevaba encima porque al día siguiente se iba de maniobras.


Estébanez ha explicado al tribunal que cuando se montaron en el vagón Palomino le dijo que le diera la sudadera y el dinero, cuando él se negó le empujaron. "Viéndome acorralado por personas malas me entró miedo. Pensé que si se me lanzaban encima yo de ahí no saldría vivo", ha manifestado el acusado, que ha agregado que le salió "el instinto".


Estébanez ha negado que se dirigiera a una manifestación de ideología neonazi o de extrema derecha organizada por las Juventudes de Democracia Nacional en Usera y que simpatizara con este partido o con sus ideas, y ha afirmado que había quedado con unos amigos. "Soy español, nada más. Soy una persona a la que le gusta que gane la selección española", ha contestado cuando la fiscal le ha preguntado si se considera "patriota".


El acusado, para el que la familia de Palomino pide 37 años de cárcel y que se le aplique la agravante de "odio ideológico", ha explicado que supo que las personas que aguardaban en el andén eran antifascistas porque "iban con cresta", pero ha asegurado que no sintió miedo por su estética ni por su ideología, sino porque iban armados.


Estébanez ha dicho que ni odia a los antifascistas ni está en contra de los inmigrantes: "¿Cómo voy a odiar a un inmigrante si tengo amigos inmigrantes y comparto habitación con uno de ellos?"


La versión del acusado no coincide con la del fiscal, que sostiene que, al percatarse de que en el andén esperaba un grupo de jóvenes antifascistas que se dirigían a sabotear la manifestación de ultraderecha a la que él acudía, el acusado "sacó una navaja" y la ocultó en la cara posterior del antebrazo.


La Fiscalía agrega que Palomino realizó unos comentarios al acusado "cuyo contenido se desconoce" y a los que éste respondió "de manera inesperada y con la finalidad de acabar con su vida, clavándole directamente en el corazón la navaja", lo que provocó la muerte casi inmediata del joven.


Esta versión ha sido corroborada hoy por dos jóvenes que han declarado como testigos protegidos y que aquel día resultaron heridos. Ambos han coincido en que Estébanez llevaba puesta una sudadera con un símbolo de ideología de extrema derecha -"la que llevan los neonazis en Madrid"- y que Palomino le preguntó por ella al subir al vagón.


"Nos dijo que nos iba a matar, que éramos unos guarros e hizo el saludo fascista", ha explicado uno de ellos, mientras que el otro ha explicado que intentó quitarle el cuchillo al acusado, pero que fue apuñalado en las costillas.


Durante el juicio han podido escucharse gritos de apoyo a Palomino de amigos y jóvenes antifascistas que, en medio de fuertes medidas de seguridad, se han concentrado desde primera hora de la mañana a las puertas de la Audiencia para pedir justicia.


Entre el público estaba la madre del joven asesinado, María Victoria Muñoz, que ha dicho sentirse tranquila y ha expresado su deseo de poder transmitir algo con la mirada al asesino de su hijo.


Por su parte, Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, que ejerce la acusación particular y pide 30 años para el acusado, ha dicho que espera una sentencia rigurosa que mande un mensaje ejemplar "a esas bandas neonazis que no paran de atacar a inmigrantes, indigentes, jóvenes de izquierdas y gente de bien".


Al término de la sesión de hoy, la Policía ha intervenido para proteger a dos chicas que pedían la libertad del acusado y que han sido agredidas por uno de los amigos de Palomino.