VISITA LA REPÚBLICA CHECA

El Papa reivindica las raíces cristianas de Europa

El Papa reivindica las raíces cristianas de Europa
El Papa reivindica las raíces cristianas de Europa
EFE/Filip Singer

El Papa Benedicto XVI reivindicó nuevamente las raíces cristianas de Europa a su llegada a la República Checa, donde inicia una visita apostólica que se prolongará hasta el lunes, la decimotercera desde que accedió al Pontificado.


Benedicto XVI partió a las 9,40 horas del aeropuerto romano de Ciampino y tras dos horas de vuelo aterrizó en el aeropuerto internacional Stará Ruzyne de Praga, donde fue recibido por el presidente de país, Václav Klaus, por el cardenal arzobispo de Praga, monseñor Miloslav Vlk, y por el arzobispo de Olomuc y presidente de la Conferencia Episcopal Checa, monseñor Jan Graubner.


En su discurso, el Santo Padre afirmó que "si toda la cultura europea ha sido profundamente plasmada por la herencia cristiana, esto es verdad en modo particular en la tierra checa, porque gracias a la acción misionera de los santos Cirilo y Metodio en el siglo noveno, la antigua lengua eslava fue transcrita por primera vez".


Según dijo, la República Checa ha sido "un punto de encuentro" de pueblos, tradiciones y culturas diversas, aunque reconoció que también tuvieron lugar "fricciones". En este sentido destacó el papel de este país en la historia intelectual, cultural y religiosa de Europa, "a veces como un campo de batalla, y más a menudo como un puente".


Tras recordar que en los próximos meses se conmemora el vigésimo aniversario de la revolución con la que se cerró "de modo pacífico una época particularmente dura para este país, en la que la circulación de ideas y de movimientos culturales estaba rígidamente controlada", el Papa dijo que se unía a "la acción de gracias por la liberación de estos regímenes opresivos".


"Si la caída del muro de Berlín supuso un hito en la historia mundial, esto fue todavía más real para los países de Europa Central y del Este, haciéndoles capaces de asumir aquel lugar que les corresponde en el consenso de las naciones, en calidad de actores soberanos", añadió.


Asimismo, subrayó que "no se debe minusvalorar sin embargo el coste de 40 años de represión política", al tiempo que reconoció que el intento comunista de reducir al silencio a la Iglesia "fue una particular tragedia para esta tierra". "Vuestra historia ha estado marcada por el testimonio valiente de mártires cuya fidelidad a Cristo fue testimoniada con voz más clara y más elocuente de la de sus asesinos", recordó el Pontífice.


Los niños, "futuro de la humanidad"


Terminada la ceremonia de bienvenida, el Papa se dirigió a la Iglesia de Santa María de la Victoria, donde saludó a las numerosas familias con niños congregadas allí para la ocasión. "Recemos por las familias en dificultad, probadas por la enfermedad y el dolor, por las que están en crisis, separadas o laceradas por la discordia y la infidelidad", pidió Benedicto XVI.


En este sentido, recordó a los niños que "no son amados, ni acogidos, ni respetados" a causa de las víctimas familiares y. "Cuántos son víctimas de la violencia y de la explotación por parte de personas sin escrúpulos. Ojalá estos menores tengan el respeto y la atención que se les debe: los niños son el futuro de la humanidad", concluyó.


Finalmente, y tras agradecerles la presencia, el Papa pidió a todos los niños que rezasen por sus padres, maestros, amigos y también por él. Finalizada la visita a Santa María de la Victoria, Benedicto XVI se trasladó a la nunciatura apostólica, donde almorzó.