TRÁFICO

El manejo del GPS en el coche impide ver la mitad de las señales

El manejo del GPS mientras se conduce tiene una gran peligrosidad. Consultar una dirección, poner una ruta o buscar un lugar de interés impide que el conductor pueda percatarse de la mitad de las señales colocadas en las vías. Una situación que pone en peligro la vida del propio conductor y los ocupantes del vehículo. Las distracciones al volante provocan el 36% de los accidentes, una situación que la Dirección General de Tráfico (DGT) quiere poner coto. Si hace unos años se prohibió el uso del móvil al volante si no a través de un manos libres, ahora le toca el turno a los navegadores. La modificación de la ley de tráfico prevé que la manipulación de estos aparatos durante la conducción sea considerada como una falta grave, con la retirada de tres puntos del carné de conducir. De esta manera se equipara al uso del móvil.


Las consecuencias del uso indebido del GPS van más allá de perder la visión de las señales verticales. La velocidad media del vehículo, por ejemplo, baja un 15% y hace que la distancia de seguridad aumente de forma exagerada, hasta los 80 metros. "Esto puede provocar un accidente por alcance", aseveró María Paramés, directora de comunicación externa de Línea Directa. Además, aumenta de forma considerable el tiempo de reacción. Estos riesgos se multiplican en las rectas, ya que el conductor se siente más seguro y presta más atención al navegador, según se desprende del estudio realizado por la aseguradora y el Instituto de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia. Además, el 75% de los conductores experimentan un descenso del control lateral del vehículo.


Todos los conductores consideraron el GPS como una fuente de distracción, sobre todo en el momento en que el dispositivo da una instrucción de voz ya que a veces son contradictorias, están desactualizadas o se reciben muy cercanas al lugar donde hay que actuar. Esta situación genera precipitación y dudas. Sin embargo, también admiten que les resulta de gran utilidad.

Dificultades y sugerencias

Los conductores del estudio mostraron muchas dudas a la hora de decidir dónde colocar el navegador. La mayoría se inclinó por emplazamientos que no interfieran en la visibilidad, pero dudan de dónde colocarlo correctamente. De esta manera, un 40% de los conductores eligieron la parte inferior derecha del parabrisas, debajo del espejo retrovisor; un 25% optó la parte derecha del salpicadero y un 14% optó tanto por la parte superior como la inferior del lado izquierdo del parabrisas. Las ubicaciones menos frecuentes fueron la parte superior izquierda para colocar el GPS fueron la parte superior izquierda y en la parte del conductor entre el volante y la ventanilla.


El informe indica que algunos usuarios decidieron dejar suelto el aparato en el asiento del copiloto o encima del salpicadero.


Sobre los motivos, la mayoría destacó que era la mejor posición porque no entorpecía la visión y, curiosamente, que se pudiera manejar con facilidad desde su posición al volante, algo que desde el próximo año no se podrá realizar. Además, las 43 personas que usaron el simulador para realizar el experimento hicieron una serie de recomendaciones de mejora. Sugirieron que si el conductor va solo, se limite el uso de estos dispositivos durante la marcha y que se incluya la posibilidad de poder dar instrucciones verbales para evitar su manipulación al conducir. También demandaron una mayor homologación tanto a nivel de fabricación (tamaño, pantallas no reflectantes o sujeciones estándares), como a nivel de ubicación en el vehículo, para ponerlo de forma correcta y segura. Por último consideraron que debe ser un tema más a tratar en las autoescuelas.