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El hombre moderno imprimió sus huellas hace 1,5 millones de años

Huellas descubiertas en Kenia
El hombre moderno imprimió sus huellas hace 1,5 millones de años
M. BENNET

Sus pies, los míos, los de todo 'homo sapiens' actual, han recorrido un largo camino evolutivo desde que los ancestros africanos se irguieron sobre sus extremidades y adoptaron el bipedismo. Un camino de al menos un millón y medio de años, a juzgar por los nuevos rastros fósiles hallados en la cuna de la especie humana.


El grupo de huellas petrificadas de Ileret, al norte de Kenia, tiene 1,5 millones de años y son las pisadas más antiguas conocidas hasta ahora de una especie con rasgos plenamente humanos y una similitud anatómica casi total con el pie del hombre moderno.


El hallazgo tuvo lugar en 2004, durante los trabajos de campo desarrollados en la zona por un proyecto conjunto de la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey) y el Museo Nacional de Kenia, y ocupan ahora la portada de la revista 'Science'.


Los rastros, impresos sobre las finas arenas arcillosas de la zona, son los primeros de estas características localizados 30 años después de las celebérrimas pisadas de Laetoli (Tanzania). Entre ambos hay, sin embargo, una diferencia sustancial. Las huellas descubiertas en 1978 por Mary Leakey tienen 3,7 millones de años de antigüedad y muestran la marca plantar de un 'hominino' bípedo aún muy simiesco, probablemente un 'Australopithecus afarensis'. Las huellas de Ileret se atribuyen a un 'homo ergaster/erectus' del Pleistoceno, uno de los precursores del 'sapiens', y una vez escaneadas con láser revelan todos los rasgos definitorios de un pie moderno: el arco plantar definido, el dedo gordo alineado con el resto y la característica transferencia del peso desde el talón hasta la almohadilla durante la pisada.


Dedos cortos


El trabajo lo firma un equipo internacional encabezado por Matthew Bennett, de la Universidad de Bournemouth, en el Reino Unido. En el sitio identificaron tres grupos de marcas, una con siete huellas en el sentido de la marcha y varias más aisladas. En un estrato inferior, cinco metros más abajo, aparecieron otras más, una de ellas adjudicada a un ejemplar juvenil, junto con rastros de animales que muestran "una fotografía instantánea de las especies que habitaban entonces en la zona", relata John W.K. Harris, profesor de la Universidad de Rutgers.


En todas ellas el dedo gordo aparece paralelo a los demás dedos, en lugar de separado y prensil, como los de los chimpancés y otros simios arborícolas. Además, los dedos son cortos como los del humano actual, típicos de la locomoción bípeda. El tamaño de las huellas, la separación entre ellas y la profundidad de la impresión dibujan a homínidos con rasgos anatómicos -altura, complexión y movimiento- muy similares a los nuestros.


El 'homo erectus', o su versión africana anterior, el 'ergaster', es considerado por los paleoantropólogos como la primera especie homínida con las mismas proporciones corporales que el humano moderno, de brazos cortos y piernas largas. Hasta la fecha, África ha ofrecido numerosos ejemplos fósiles de 'ergaster/erectus' en yacimientos de Tanzania, Etiopía, Kenia y Sudáfrica.